Persecución religiosa sin freno en Nicaragua

Jóvenes han emprendido una campaña para denunciar las violaciones a los derechos humanos por parte del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo, principalmente los ataques a las distintas expresiones religiosas en el país

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Para este 15 de agosto la Parroquia San Jerónimo en la ciudad de Masaya canceló la tradicional “pedida de licencia” con el que anualmente inician las fiestas patronales. El régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo, como parte de la desenfrenada persecución religiosa en Nicaragua, persiste con la prohibición de procesiones y eventos religiosos tradicionales.

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El informe “Nicaragua: una Iglesia perseguida”, de la abogada Martha Patricia Molina, en su tercera entrega, señala que, desde abril de 2018 hasta el 3 de mayo de 2023, el régimen Ortega Murillo prohibió al menos 3,224 actividades religiosas en Nicaragua.

Ataques a la Iglesia de Matagalpa
Entre el 4 y el 19 de agosto de 2022, la Policía mantuvo en «Curia por cárcel» al obispo de Matagalpa, monseñor Rolando José Álvarez Lagos.

Ese mismo informe documenta 529 agresiones contra la Iglesia católica, durante el mismo período.

Además, el régimen Ortega Murillo mantiene presos a varios sacerdotes, incluido el obispo de Matagalpa, monseñor Rolando José Álvarez Lagos, sentenciado sin juicio alguno a 26 años y 4 meses de prisión; también ha ejecutado el cierre arbitrario de decenas de organizaciones, principalmente evangélicas, mantiene el asedio en los templos, entre otras acciones.

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La liberación de monseñor Álvarez y de todos los presos políticos es uno de los ejes de la campaña por la Libertad Religiosa que han emprendido los jóvenes Gloria Chamorro y Joel Ibzan Sandino. El Mecanismo para el Reconocimiento de Personas Presas Políticas, cuyos datos son avalados por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), señala que hasta el 31 de julio había 78 presos políticos, incluidas 12 mujeres, en distintas cárceles del país.

Gloria Chamorro
Gloria Chamorro, máster en Resolución de Conflictos, Paz y Desarrollo. © MOSAICO CSI

Chamorro, máster en Resolución de Conflictos, Paz y Desarrollo, señala que la campaña pretende visibilizar la persecución contra los cristianos de distintas denominaciones, incluida la Iglesia Católica.

En un informe preliminar reciente, el Colectivo de Derechos Humanos Nicaragua Nunca Más contabilizó el cierre de por lo menos 240 organizaciones evangélicas en el país.

Félix Alejandro Maradiaga, uno de los 222 presos políticos desterrados y enviados a Estados Unidos por Ortega, en febrero de 2023, preside la Fundación para la Libertad de Nicaragua y considera que el país, “bajo la dictadura de Daniel Ortega y de Rosario Murillo se ha convertido en un caso excepcional de persecución religiosa”.

“La mayor preocupación es indudablemente la persecución a la Iglesia Católica nicaragüense con más de 80 religiosos expulsados del país, 7 sacerdotes en situación de arresto arbitrario en el cual obviamente monseñor Rolando Álvarez ha sido condenado ilícitamente a 26 años (y 4 meses) de prisión”, apunta Maradiaga.

Félix Maradiaga
Félix Maradiaga © MOSAICO CSI

Chamorro, por su parte, advierte que el régimen Ortega Murillo ha llegado a aplicar la tortura blanca como uno de los métodos sistemáticos para amedrentar a los nicaragüenses y “estamos hablando de una realidad que es latente, dolorosa, y que deja secuelas para toda la vida en la persona que la vive, seamos más empáticos, más humanos”.

Maradiaga y Chamorro coinciden en que la persecución religiosa también ha sido contra laicos vinculados con la Iglesia católica.

Olesia Muñoz
Olesia Muñoz, integrante de un coro eclesiástico, sigue encarcelada arbitrariamente por el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo. © MOSAICO CSI | Cortesía

El exprecandidato presidencial menciona los casos de Olesia Muñoz, originaria de Niquinohomo en Masaya e integrante de un coro eclesiástico; y del periodista Víctor Tikay, encarcelado el 6 de abril de este año por cubrir una procesión de Semana Santa, prohibida por el régimen, en Nandaime, Granada.

“Hemos visto otros casos de persecución a la Iglesia Morava, a denominaciones como los Testigos de Jehová, el cierre de grupos de otras denominaciones cristianas evangélicas (…) hemos estado proyectando esto internacionalmente porque no es un tema únicamente de preocupación interna en Nicaragua sino una violación de convenios internacionales en materia de libertad religiosa”, apunta Maradiaga.

Chamorro comenta que “los patrones son repetitivos, que la represión, el hostigamiento, el encarcelamiento, la tortura, es una repetición del pasado”.

Recordó que a principios de la década de 1980 la Iglesia denunció las arbitrariedades del sandinismo que presidía Ortega por lo que fue objeto de ataques, como la trampa contra el sacerdote Bismark Carballo el 12 de agosto de 1982, de quien los diarios sandinistas de la época estaban listos para fotografiar cuando lo desnudaron.

Chamorro también recordó cuando el sandinismo interrumpió y profanó la misa que presidía el Papa Juan Pablo II en su visita a Nicaragua en marzo de 1983. Otro episodió fue la expulsión del obispo de Juigalpa, monseñor Pablo Vega Mantilla, el 4 de julio de 1986.

“Cuando no reparamos un pasado, estamos condenados a repetirlo, y nuestra campaña (sobre Libertad Religiosa) tiene el objetivo de la no repetición y lo estamos haciendo desde la construcción de una cultura de paz y no violencia”, dijo Chamorro, insistiendo en su demanda de libertad para el obispo de Matagalpa y los demás presos políticos en el país”.

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