Emigdio Angélico Montenegro es un maratonista nicaragüense, nacido en Matagalpa, educado por un padre estricto quien no compartía su entusiasmo por los deportes, enseñándole que lo importante era el trabajo y el estudio, este último deber fue el que le ayudaría a descubrir su talento en el atletismo, en el que ha alcanzado múltiples triunfos y sigue practicando.
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«Desde niño tuve que trabajar en la finca de mi papá, porque a él no le gustaba el deporte, así que en la mañana trabajaba al campo y al mediodía me iba a la escuela», relató el atleta a Mosaico CSI, a través de una llamada telefónica desde Canadá, donde radica desde hace unos años.
Desde los 10 a los 12 años, estando en la escuela primaria, Montenegro participó en carreras cortas de velocidad. Gracias a su disciplina y determinación logró el campeonato departamental de Matagalpa en la categoría infantil en los 100, 200 y 400 metros planos.
Según relata Montenegro, su vida cambió a los 18 años, cuando fue asesinado su padre, por lo que tuvo que tomar «decisiones propias», integrándose al boxeo amateur, ganando algunas peleas a nivel departamental, sin embargo, en esta disciplina deportiva fue corta su preparación debido a la guerra.
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Detalla, además, que, en 1979, en paralelo al deporte, estudió la carrera de Contabilidad, «pero todo —a causa de la guerra— se vino abajo y ya no pude seguir ni en los estudios ni en el deporte, por lo que tuve que regresar a trabajar en el campo mientras pasaba la guerra».
Luego de la guerra de los 80, Emigdio Montenegro regresó a la ciudad de Matagalpa para seguir con su pasión al deporte, ingresando a artes marciales, sin embargo, cuenta que uno de sus primos, de nombre Reinaldo Palacios, lo enrumbó nuevamente al atletismo.
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«Ya joven me integré de manera concreta al atletismo, empecé a correr y a los seis meses estaba dando buenos resultados en lo que es en los tres mil, cinco mil y diez mil metros con obstáculos, entrenando de manera más científica con el profesor Jorge Portillo, uno de los mejores de Centroamérica».
La pasión por el deporte llevó a Montenegro a participar en eventos deportivos fuera de Nicaragua; primeramente, viajó a Costa Rica; luego a Honduras, El Salvador; hasta que en 1990 participó en los Juegos Centroamericanos, realizados en Tegucigalpa, Honduras, logrando una marca de 2 horas, 30 minutos y 54 segundos en una maratón.
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Luego, en Nicaragua, conquistó otra marca de una hora 11 segundos en otra maratón de 21 kilómetros, «siendo uno de los atletas pioneros de Matagalpa que ha dejado huellas en este deporte y aún sigo activo», expresa el atleta norteño.
Otro de los logros conquistados fue en las competencias llamadas “repliegue” que se realizaban en Nicaragua, en la que ocupó un tercer lugar con un tiempo de una hora con 51 minutos y 15 segundos en una maratón de 32 kilómetros.
Todos los logros obtenidos por Emigdio Montenegro a nivel internacional los resumen en 173 medallas, 41 de oro, 57 plata y 75 de bronce, aunque aclara que son más pero que no las recuerda todas.
Hasta la fecha, el veterano maratonista sigue corriendo, lo hace en la categoría máster, ahora fuera de Nicaragua, pero asegurando que lo que más desea es dejar un legado a todas las promesas de este deporte.
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