En un mensaje pastoral con motivo de la Cuaresma, el obispo de la Diócesis de Granada, monseñor Jorge Solórzano Pérez, quien antes fue obispo de Matagalpa, ha instado a los sacerdotes y fieles laicos a vivir este tiempo litúrgico con un profundo espíritu de oración.
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Inspirado en las palabras del Papa Francisco, quien ha declarado el año 2024 como el Año de la Oración en preparación para el Jubileo del próximo año, que conmemorará los 2025 años de la Encarnación de Jesucristo, el obispo de Granada destaca la importancia de cultivar una vida de oración continua.
Según el mensaje de monseñor Solórzano, el Papa Francisco ha enfatizado la necesidad de “recuperar el deseo de estar en la presencia del Señor, escucharlo, adorarlo y agradecer por sus múltiples dones”. Además, ha subrayado el papel fundamental de la oración en la búsqueda de la santidad y en el compromiso con la creación, llamando a una «sinfonía» de oración que una a todos los fieles en un mismo propósito.
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En apoyo a esta llamada a la oración, el Papa ha dedicado 38 catequesis sobre el tema durante las audiencias generales de los miércoles, todas basadas en la Sagrada Escritura. El obispo de Granada invita a los creyentes a volver a estas enseñanzas para meditar y orar sobre ellas, reconociendo que dedicar tiempo a la oración vale la pena.
En su mensaje, el Obispo Solórzano también hace un llamado especial a los sacerdotes, recordando las palabras de San Carlos Borromeo sobre la importancia de la oración mental en la vida sacerdotal. Destaca que solo a través de una vida de oración constante y profunda, los sacerdotes pueden cumplir plenamente su vocación al ministerio y ser verdaderos pastores de la Iglesia.
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Finalmente, el Obispo Solórzano desea a todos una buena Cuaresma, instándolos a experimentar la pasión, muerte y resurrección de Cristo, unidos a la Virgen María en su dolor junto a la cruz.
El mensaje pastoral del Obispo Solórzano se da en un contexto en que la Iglesia católica en Nicaragua, según datos verificados por Mosaico CSI, ha perdido a por lo menos el 20 por ciento del clero que tenía registrado en 2020 y ha sido sometida por la represión del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo. La Diócesis de Matagalpa ha perdido al 40 por ciento de sus sacerdotes por exilio forzado, expulsión, prohibición de regresar al país después de algún viaje, y destierro.
Este es el mensaje íntegro de monseñor Jorge Solórzano Pérez, obispo de Granada
Invitación a vivir en un espíritu de oración este año 2024 especialmente esta cuaresma.
Velen y oren, para que no caigan en tentación (Mc. 14, 38)
1. Amados amigos sacerdotes y fieles laicos, les animo a vivir nuestra cuaresma en este año 2024 en un espíritu de oración. El papa Francisco lo ha declarado año de la Oración, como preparación para el Jubileo del año próximo, con ocasión de los 2025 años de la Encarnación del Hijo del Padre en el seno virginal de Santa María. Así lo dice el papa: «En este tiempo de preparación, me alegra pensar que el año 2024, que precede al acontecimiento del Jubileo, pueda dedicarse a una gran ‘sinfonía’ de oración; ante todo, para recuperar el deseo de estar en la presencia del Señor, de escucharlo y adorarlo. Oración, para agradecer a Dios los múltiples dones de su amor por nosotros y alabar su obra en la creación, que nos compromete a respetarla y a actuar de forma concreta y responsable para salvaguardarla. Oración como voz ‘de un solo corazón y una sola alma’ (cf. Hch 4,32) que se traduce en ser solidarios y en compartir el pan de cada día. Oración que permite a cada hombre y mujer de este mundo dirigirse al único Dios, para expresarle lo que tienen en el secreto del corazón. Oración como vía maestra hacia la santidad, que nos lleva a vivir la contemplación en la acción. En definitiva, un año intenso de oración, en el que los corazones se puedan abrir para recibir la abundancia de la gracia, haciendo del ‘Padre Nuestro’, la oración que Jesús nos enseñó, el programa de vida de cada uno de sus discípulos».
Para resaltar la importancia de la oración en la vida de los cristianos, con sugerencias prácticas y sencillas, el Papa dedicó 38 catequesis sobre este tema, durante las audiencias generales de los miércoles, todas inspiradas en la Sagrada Escritura. Como un apoyo para intensificar en este año 2024 nuestra oración, volvamos a estas catequesis, no sólo para ser leídas, sino para ser meditadas y oradas. ¡Vale la pena dedicar buen tiempo a la oración!
2. 1Tes 3,10. Noche y día le pedimos insistentemente poder ver su rostro. El secreto para seguir caminando es el espíritu de oración. Por eso les animo hermanos a que dediquemos mucho tiempo, día y noche, a la adoración ante Jesús sacramentado y también podemos orar en nuestros hogares, juntos en familia, así como en las iglesias parroquiales y capillas.
3. Animo de manera especial a nuestros sacerdotes. San Carlos Borromeo habló así a los sacerdotes: ‘Nada es tan necesario a todos los hombres eclesiásticos como lo es la oración mental, que precede todas nuestras acciones, las acompaña y las sigue… Cuando administras, hermano, los sacramentos, medita sobre lo que haces; cuando celebras la Misa, piensa en lo que ofreces; cuando cantas en el coro, piensa a quién y de qué hablas; cuando diriges las almas, medita sobre la sangre con que fueron redimidas… Así tendremos fuerzas para hacer vivir a Cristo en nosotros y en los demás» (Acta Ecclesiae Mediolanensis, Milán, 1599, 1177-1178).
Queridos sacerdotes de nuestra Diócesis de Granada, solamente en esas condiciones seremos capaces de «dar la vida» por las almas, es decir, podremos ser auténticos Pastores de la Iglesia de Dios. Sólo así, la «pastoralis charitas», de que habla el Concilio Vaticano II (cf. Presbyterorum ordinis, 14), puede alcanzar su máxima expansión y el ministerio sacerdotal transformarse realmente en ese «amoris officium» de que habla San Agustín (cf. Tract. in loannen, 123, 5; PL 35, 1967). Sólo así el sacerdote, que acepta la vocación al ministerio, es capaz de hacer de él una decisión de amor, por la cual la Iglesia y las almas llegan a ser su interés principal y con esa espiritualidad concreta, será también capaz de amar a la Iglesia universal y a la parte de ella que le ha sido confiada, con todo el ímpetu de un esposo hacia la esposa. Un sacerdote que no supiera encuadrarse por entero en una comunidad eclesial no podría ciertamente presentarse como modelo válido de vida ministerial.
4. Animo a todos y les deseo una buena cuaresma que nos haga experimentar la pasión, muerte y resurrección de Cristo, unidos a nuestra madre dolorosa la virgen María quien está junto a la cruz.
El Señor les bendiga y proteja.
+ Mons. Jorge Solórzano Pérez
Obispo de la Diócesis de Granada
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