Este martes 20 de diciembre, el obispo auxiliar de la arquidiócesis de Managua, monseñor Silvio José Báez, quien se encuentra exiliado en Estados Unidos, rezó junto a otros sacerdotes el Santo Rosario pidiendo por la Iglesia Católica de Nicaragua, la liberación de monseñor Rolando José Álvarez Lagos, obispo de la diócesis de Matagalpa y la liberación de todos los presos políticos.
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“¡Señor, Jesús, tú que sufriste la cárcel y la tortura por ser fiel a Dios, escucha nuestra oración! ¡Señor, muéstrate misericordioso con los presos políticos! ¡Haz que respeten su integridad física y moral, toca el corazón de los tiranos para que los liberen y consuela a sus familiares, que sufren su ausencia!”, dijo monseñor Báez durante el rezo desde la Iglesia Santa Agatha en Miami, Florida, Estados Unidos.
Durante el Rosario se refirió a monseñor Álvarez, quien fue llevado el 13 de diciembre a los juzgados de Managua, acusado por los supuestos delitos de «conspiración para cometer menoscabo a la integridad nacional y propagación de noticias falsas a través de las tecnologías de la información y la comunicación en perjuicio del Estado y la sociedad nicaragüenses» y donde le programaron audiencia inicial para el 10 de enero del 2023.
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“Hace unos días, vimos en una foto a monseñor Rolando José Álvarez, Obispo de la diócesis de Matagalpa y Administrador Apostólico de la diócesis de Estelí, solo, aislado. Presentándolo de este modo, querían rebajarlo y humillarlo. Sin embargo, al igual que Jesús, monseñor Rolando mostró dignidad, fortaleza y paz interior. Su mirada serena y su elocuente silencio no eran los de un hombre derrotado, sino los de alguien que es fuerte, porque tiene valores, y vive de grandes ideales, pero sobre todo porque es un profeta de Dios”, dijo monseñor Báez
El obispo auxiliar de Managua agregó que el silencio y la serenidad de monseñor Álvarez durante la comparecencia en los juzgados “hablan de amor, del amor del pastor quien, como Jesús, no está dispuesto a condenar ni odiar a nadie, ni siquiera a quienes lo ultrajan y desean condenarlo injustamente”.
Monseñor Báez también recordó durante el Santo Rosario a los demás sacerdotes y seminaristas encarcelados, quienes también son víctimas inocentes y testigos de un amor que es más fuerte que el odio y la violencia.
Un estudio realizado por la investigadora Martha Patricia titulado “Nicaragua: ¿una iglesia perseguida?”, reveló que desde el 2018 la Iglesia Católica de Nicaragua ha sufrido 396 ataques, siendo el 2022 el año de mayor hostilidad que ha dejado siete sacerdotes encarcelados, un diácono y dos seminaristas también encarcelados, y un obispo con casa por cárcel, a los que también hay que agregarles ataque a los laicos.
“¡Hoy, Señor, queremos darte las gracias por monseñor Rolando, este obispo bueno y sencillo que, con su cercanía, su compasión y su ternura, ha caminado siempre como el Buen Samaritano, ¡reconociendo las heridas de su pueblo para curarlo! Te pedimos, Señor, por monseñor Rolando y por todos los sacerdotes que están en la cárcel en Nicaragua. ¡Dales fortaleza, cuida su salud, haz que sea respetada su integridad física y moral y, por intercesión de la Virgen, te pedimos que sean liberados y vuelvan a estar en medio de su pueblo que los extraña y los ama!”, dijo Báez.
Durante el Santo Rosario monseñor Báez también pidió por los exiliados forzados a abandonar a sus familias y su patria, a causa de las amenazas y de la persecución, muchas veces poniendo en peligro su vida y sin saber con claridad adónde van.
También recordó y abogó por los más de 200 presos políticos que la dictadura de Nicaragua tiene recluidos “en régimen de incomunicación y sometidos a crueles abusos, confinamiento solitario prolongado y alimentación insuficiente”. Agregó que el único delito de los presos políticos ha sido soñar y luchar por un país más justo y libre.
“¡Señor, te pedimos por la Iglesia de Nicaragua! ¡Concédele, por intercesión de la Virgen María, la fuerza y la luz de tu Espíritu, para que sepa discernir con claridad y anunciar el Evangelio con valentía! Que todos, como Iglesia, tengamos la mansedumbre de las palomas, pero también la astucia de la serpiente. Que no temamos caminar como tu pequeño rebaño en medio de lobos, pues tú nos cuidas y nadie nos arrebatará de tu mano de pastor”, pidió el religioso.
Al concluir el Rosario monseñor Báez explicó que han rezado el Santo Rosario con los misterios Dolorosos “porque nuestro país sufre un largo viacrucis, en el que a veces nos sentimos impotentes, indignados, cansados, con gran incertidumbre, que la oración de esta noche nos llene de paz y confianza, orando hacemos lo mejor que podemos hacer como creyentes”.
El religioso también invitó a los creyentes a seguir luchando y a no tener miedo. “Nicaragua sufre un viacrucis y está crucificada, pero, así como el crucificado resucitará, también Nicaragua resucitará, no perdamos la esperanza, sigamos orando, sigamos confiando, sigamos denunciando y sigamos luchando y no tengamos miedo, el Señor está con nosotros, porque el Señor es el Dios que ama la verdad y la justicia, Él es el Dios del amor, él es nuestro Dios, el que nacerá en Belén y a quien vamos a adorar con devoción y alegría dentro de pocos días”, concluyó Báez.
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