Por lo menos 396 agresiones contra la Iglesia Católica han sido documentadas entre abril de 2018 y octubre de 2022, siendo este último año el de mayores ataques contra esa institución y sus miembros, según el estudio titulado “Nicaragua: ¿Una Iglesia perseguida?”, presentado este miércoles 16 de noviembre por la investigadora Martha Patricia Molina Montenegro
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La investigadora explicó que esta es la segunda parte del estudio. La primera fue presentada en mayo de este mismo año y documentaba 190 ataques a la Iglesia católica, situación que se agravó en los últimos cinco meses con el encarcelamiento de 7 sacerdotes, un diácono y dos seminaristas. Además, un obispo está en cautiverio.
Para el ex ministro de educación Humberto Belli, quien escribió el prólogo del estudio, las persecuciones que ha sufrido la Iglesia “son una medalla de honor, un testimonio de su fidelidad a su fundador. Él claramente les advirtió que las esperaran: ‘Si me persiguieron a mí, también os perseguirán a vosotros’ (Juan 15,20). Igual les advirtió que serían odiados por los poderes del mundo (Juan 15,18)”.
Según Belli la razón de la persecución sigue siendo la misma: “la iglesia, por ser portadora de un mensaje profundamente humanista de amor a la verdad y al hombre, siempre ha sido aborrecida por quienes vulneran o agreden ambos”.
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A criterio de la investigadora Molina, la persecución indiscriminada que se ha dado contra los religiosos se debe al mensaje de difusión de la verdad y de la palabra del Evangelio que están realizando los obispos y los sacerdotes, quienes son el último bastión en defensa de los derechos humanos de los nicaragüenses y también están constantemente denunciando las violaciones a los derechos humanos, por lo cual tratan de silenciarlos.
“Esto no se ha podido lograr, considero que la Iglesia va a continuar siendo perseguida, y si miramos la línea ascendente que lleva una de las gráficas que registra las agresiones por años, la tendencia es que en los próximos meses veamos ataques más directos, más personalizados y posiblemente otras dinámicas de ataque contra la Iglesia católica”, dijo Molina.
Molina es del criterio que aún con todos estos ataques, los religiosos no están siendo silenciados por la dictadura, sin embargo, por su seguridad y la de sus familiares están siendo más prudentes.
Además, dijo conocer de manera directa que al menos seis sacerdotes están siendo asediados en sus parroquias, donde la policía llega a decirles: “padre aquí estamos”, pero no han denunciado por prudencia, sin embargo tienen las evidencias para ser presentadas en caso de ser necesario.
¿Cómo son los ataques contra la Iglesia?
El estudio fue realizado a través de una sistematización de todas las agresiones publicadas por los medios de comunicación independientes nacionales e internacionales, denuncias en páginas de redes sociales de parroquias, comunicados y notas de prensa de las diferentes diócesis del país o de la Arquidiócesis de Managua.
La investigadora explicó que, de los 396 ataques, 133 han sido dirigidos directamente contra obispos, sacerdotes, seminaristas y religiosas, entre estas agresiones están 13 sacerdotes que fueron amenazados de muerte con arma de fuego.
Pero además 104 templos fueron objeto de profanaciones, robos, daños a la infraestructura, impedimentos para realizar cultos religiosos, y bloqueos de servicios básicos por parte de las autoridades.
Otro de los grupos que ha sido atacados de manera directa son los laicos. Al menos 62 acciones hostiles se han llevado a cabo contra este grupo mientras asisten a los templos y sus actividades religiosas.
El asedio generalmente ocurre mientras los laicos están dentro o en los atrios de los templos, según el estudio estas agresiones son realizadas por miembros de la Policía Nacional y paramilitares.
También se han detectado 53 pintas realizadas en las paredes de los templos y edificios religiosos y mensajes de odio procedentes de la pareja presidencial, propagandistas y diputados, estos han sido mensajes de amenazas y desprestigio en contra de sacerdotes y obispos.
A las agresiones también se le suma el cierre de organizaciones sin fines de lucro que prestaban ayuda a la población más vulnerable y el cierre de medios de comunicación y proyectos sociales de la Iglesia Católica, lo cual representa una cantidad de 30 agresiones.
Molina explicó que entre los ataques también están los encarcelamientos, secuestros y detenciones ilegales hacia sacerdotes y obispos, las cuales suman 14 agresiones.
Sin embargo, según la investigadora, los datos pueden ser mayores a los presentados, porque algunos sacerdotes estando en el exilio aún no han expresado formalmente en los medios de comunicación y no han realizado denuncia alguna por su seguridad y la de sus familiares y por eso se han omitido en el estudio.
Hasta el momento, el estudio indica que 11 religiosos se han ido al exilio, dos han sido expulsados del país, a un sacerdote le prohibieron la salida del país y a ocho religiosos se les ha prohibido entrar a su país.
La investigadora, quien es máster en Corrupción y Estado de Derecho menciona en el estudio que el artículo 31 de la Constitución Política de Nicaragua establece que: “Los nicaragüenses tienen derecho a circular y fijar su residencia en cualquier parte del territorio nacional; a entrar y salir libremente del país”.
Por otra parte, el artículo 9 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos decreta que: “Nadie podrá ser arbitrariamente detenido, preso ni desterrado”. Sin embargo, en Nicaragua los religiosos y religiosas se han visto obligados a exiliarse.
Molina destaca en el estudio que el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo ha vulnerado al menos 21 derechos y garantías constitucionales contenidas en la Constitución Política de Nicaragua.
También han cometido 28 tipos penales (Código Penal vigente de Nicaragua) en contra de la Iglesia Católica nicaragüense, estos van desde lesiones leves, secuestro simple, amenazas con armas, injurias, robos, discriminación, incendio, violación al domicilio, asedio, terrorismo, entre otras.
Amenazas a sacerdotes
Para la realización del estudio la investigadora realizó entrevista a sacerdotes, uno de ellos le expresó bajo condición de anonimato que durante un viaje realizado a Nicaragua fue amenazado de muerte por un funcionario de Migración.
“Vos vas a salir de aquí hoy y quiero que le des gracias al comandante y la compañera, pues ellos respetan a los sacerdotes, porque si por mi fuera saldrías de aquí en bolsa negra. Luego de eso me dijo toma tu pasaporte abrió la puerta y lo lanzó al suelo, yo lo recogí y me gritó diciendo: ‘cuando regreses si es que sucede, ya sabes que de aquí salís de dos formas o en una bolsa o directo a la cárcel’”, contó el sacerdote a Molina.
Otro de los sacerdote entrevistados por la autora del estudio, también bajo condición de anonimato, expresó que en un viaje realizado a Nicaragua al pasar por el chequeo de maletas el oficial que estaba ahí abrió sus maletas y sacó unos rosarios, una imagen de la Virgen María que llevaba, entre otros artículos religiosos aduciendo que está prohibido el ingreso de mercancías al país y cuando el sacerdote le dijo que eran recuerdos para gente que oraba por su vocación, el oficial respondió con una carcajada y tiró los rosarios a la basura.
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