En la era del internet, con las nuevas tecnologías de la información y la comunicación, y la supremacía de las redes sociales, las noticias falsas se viralizan con facilidad o surgen una y otra vez, como si se trataran de un “bulo zombie”, atrayendo a su trampa, desatando las nefastas consecuencias de la desinformación.
Leer, cuestionar y verificar la información y contenidos que consumimos son hábitos básicos para detener la espiral de la desinformación, pero muchas veces los pasamos por alto.
En el equipo de Verificaciones de Mosaico CSI, le compartimos cinco consejos muy prácticos que, desde nuestra experiencia, son claves para compartir información verificada.
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Consulte si la fuente de la noticia es confiable
Antes de apresurarse con una reacción o conclusión sobre una noticia y compartirla con sus contactos, debe verificar el sitio web donde está publicada.
Actualmente, cualquier persona con conocimientos mínimos puede crear una página web o una cuenta en redes sociales y utilizarla para difundir información falsa con la intención de engañar o manipular a otras personas.
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Si usted recibió una noticia por mensajería instantánea como WhatsApp o la ha visto en redes sociales como Facebook, Instagram o Twitter, le tomará solamente unos segundos verificar si viene de una fuente confiable.
Basta con ir al enlace o escribir la información en buscadores (como Google) para ver si hay más información de otras fuentes al respecto.
Si no encuentra nada más relacionado, o solo encuentra la noticia en un sitio o dos con el mismo contenido dudoso, es de sospechar que la información sea falsa.
Incluso, puede sorprenderle que los resultados de la búsqueda arrojen publicaciones que verificaron y desmintieron el contenido. ¡Y le toma menos de medio minuto no caer en la trampa!
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Lea el artículo completo antes de correr a compartir
Seguramente en más de alguna ocasión ha recibido (o quizá compartido) una información con un mensaje tipo: “No sé si es cierto, pero lo comparto por si acaso”. Este segundo consejo práctico parece obvio, pero no lo es.
En esta era en la que todo lo queremos de inmediato, muchas veces no nos tomamos el tiempo de leer la información completa y la reenviamos sin detenernos a pensar si es real o no.
No basta leer el título y un párrafo, haga el esfuerzo de leer la información completa y use su criterio para identificar y verificar una información que le genera desconfianza, que parece errada o absurda.
También le puede sorprender cómo un título a veces es exagerado o amarillista para llamar la atención, pero el contenido no se corresponde con el anzuelo.
En redes sociales (como Facebook y Twitter) al compartir una información sin haber ido al enlace y leerla, la red le preguntará si quiere compartirla sin haberla leído, y eso sirve como primera alerta, pero en otras aplicaciones, (como Whatsapp), muchas veces los mensajes se envían sin ningún filtro o criterio, pese a que esta aplicación ha limitado el número de mensajes reenviados para evitar la difusión masiva o spam.
Imagine el daño que causa la difusión de un rumor o un chisme, las consecuencias de difundir información pueden ser igual o más devastadoras.
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Preste atención a los detalles: el URL y la ortografía
Algunos grupos o personas que se dedican a fabricar noticias falsas o desinformación se especializan en aparentar que son un sitio real.
Usted debe de ser más listo que estos sitios, prestando atención a detalles como que el URL del sitio sea el correcto. A veces en el URL o dirección del sitio puede haber una letra o una extensión diferente que pueden engañarlo si no se percata del cambio.
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Si una noticia le resulta sospechosa, intente ir directamente al sitio que supuestamente la ha publicado, o verifique en sus cuentas oficiales en redes sociales. Si no encuentra la información en estos canales, es muy probable que estén tratando de engañarlo a través de un sitio impostor.
Otro detalle al que puede prestar atención es que no abunden las faltas ortográficas o gramaticales. Un texto escrito sin cuidado y repleto de errores probablemente sea falso, porque a menudo cuentan con que las personas solo leerán un título y compartirán la información sin leer más detalles a los que no le prestan atención.
Pregúntese quién lo dice, cuál es el medio de comunicación o sitio de noticias que supuestamente lo comparte, si aporta más enlaces para profundizar en la información y cuenta con citas, datos o referencias para soportar los hechos.
Otro detalle para tomar en cuenta es la fecha de la publicación. A veces una información puede ser real, pero cambia totalmente cuando se saca de contexto, porque puede haber cambiado parcial o totalmente.
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Controle sus emociones
¿Conoce el dicho “demasiado bueno para ser verdad”? Esta es una lección que muchas veces sirve para identificar noticias falsas.
Los fabricantes y difusores de noticias falsas se valen de las emociones que pueden provocar en las personas para circular e incluso hacerse virales.
Si una información resulta demasiado sorprendente y con facilidad le resulta muy buena o quizá indignante, invierta unos segundos en usar los consejos previos para verificar si se origina de una fuente confiable, si se corresponde su título o primer párrafo con el resto del contenido y si aporta más detalles.
Como recomienda la Red Ética Segura de la Fundación Gabo (antes Fundación para el Nuevo Periodismo Iberoamericano, FNPI) el tiempo puede hacer la diferencia para no dejarse llevar por una emoción, verificar un contenido y no caer en “fake news” o desinformación.
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Aprenda, rectifique, eduque y reporte
Aún si sigue los consejos (pero sobre todo si no lo hace) es posible caer en la trampa de la desinformación y noticias falsas.
Si le ocurre, no dude que lo correcto es rectificar y pedir las disculpas correspondientes.
Igualmente, si ha logrado identificar una noticia falsa que aún ve circulando, explique a los demás que no es información real, cuénteles cómo lo ha averiguado o cuál fue el detalle con el que lo identificó (si era una noticia antigua, un sitio de desinformación o un hecho o dato manipulado) y recomiende cómo pueden tener cuidado. Puede empezar por compartirles nuestro artículo.
Si el contenido lo ha visto en redes sociales, recuerde que también puede reportarlo. Basta dar clic derecho en la información y la red social le dará un abanico de opciones para reportar el contenido malicioso o malintencionado.
Bonus: No convertirse en un “multiplicador de información falsa”
El Ministerio de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (MinTIC) del Gobierno de Colombia, promueve el uso seguro y responsable de la tecnología, con cinco recomendaciones para no convertirse en un “multiplicador de información falsa”. Estos son sus cinco consejos, igual de prácticos que los consejos que ya te hemos mencionado:
- Lea: no se quede solo con el título de los artículos, lea la información completa y analice la coherencia que tiene antes de sacar sus propias conclusiones o compartirla con alguien más.
- Revise la fecha: en ocasiones las noticias falsas se valen de información antigua, así que hay que verificar cuándo ocurrió lo que se menciona. Recuerde que sacar una noticia de contexto también es una manera de desinformación.
- Tenga en cuenta de dónde viene: uno de los medios más comunes para la circulación de noticias falsas es el chat, por eso, tenga en cuenta quién le envía la información y el formato en que circula. Una noticia falsa puede recibirse en texto, imagen, audio o video.
- Confirme: un buen método para definir si se trata de una noticia falsa es buscar la información en Internet y corroborar que otras fuentes (oficiales o de medios de comunicación) hayan abordado el tema.
- Dude: si una información es demasiado sorprendente; se hace viral muy rápido; no cita fuentes oficiales o expertas; no la puede corroborar en otros medios, o es recibida de forma anónima pidiendo que se comparta, es muy probable que se trate de una noticia falsa.
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