Organismos defensores de derechos humanos exponen el estado de persecución en el que viven los laicos católicos dentro de Nicaragua y la existencia de personas presas por ejercer su derecho a la libertad religiosa.
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Entre los detenidos por ejercer su derecho a la libertad de culto se encuentra el periodista Víctor Ticay, originario de Nandaime, Granada, quien fue detenido el pasado 6 de abril de 2023, luego de realizar la transmisión de una actividad religiosa.
De igual manera, el matagalpino Freylin Moreno Ponce, hasta el día de hoy cumple con 287 días de prisión arbitraria, luego de ser detenido el 1 de junio de 2023.
A estas detenciones se les suman otras doce mencionadas por el Mecanismo para el Reconocimiento de las Personas Presas Políticas de Nicaragua, organismo que contabiliza el número de presos políticos en el país y cuyos datos son avalados por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
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“En vísperas de las festividades de Semana Santa denunciamos que en Nicaragua existen personas presas políticas por ejercer y defender su derecho a la libertad de culto”, señala el Mecanismo.
La organización además califica los procesos judiciales a los que fueron sometidos los laicos como “arbitrarios, sin respeto al debido proceso, sin derecho a la defensa de su elección y sin que se les conozca de qué se les acusa”.
Entre las personas detenidas arbitrariamente por ejercer su derecho a la libertad de culto se encuentran Alberto Centeno Ruíz, Marvin Gutiérrez Siezar, José Ángel Cerrato y Manuel Sánchez, originarios de Masaya y detenidos entre el 2 y el 19 de abril de 2023.
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De igual manera, Juan Centeno Espinoza, originario del departamento de Madriz y detenido el 6 de abril de 2023, continúa preso.
El Mecanismo también detalla que Mariví Andino Ramírez, Santos Sevilla Rivera, María Herrera Galeano y dos personas cuyos familiares solicitaron el anonimato fueron detenidos entre el 21 y 23 de mayo del año pasado.
Así como el chontaleño Salvador Paguaga, apresado el 7 de octubre del año pasado y el capitalino Carlos Bojorge Martínez, capturado el 1 de enero de 2024.
Al respecto, Volter Turk, Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos solicitó al régimen de Nicaragua la liberación de todas “las personas detenidas arbitrariamente fueran liberadas inmediatamente”.
Por otro lado, una serie de testimonios recopilados por el Colectivo de Derechos Humanos Nicaragua Nunca Más expone la persecución que sufren los laicos dentro Nicaragua como parte de los ataques del régimen hacia la Iglesia Católica.
Las entrevistas realizadas a laicos exiliados en diferentes países fueron presentadas en la 55 Sesión del Consejo de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) como prueba de la persecución a la libertad religiosa que persiste en el país.
Uno de los entrevistados cuya identidad fue protegida por su seguridad dijo que, a pesar de encontrarse fuera de Nicaragua no puede “hablar de este tema de religión con mi familia porque se sienten amenazados por el gobierno”.
Inclusive, la persona identificada como “agente pastoral”, asegura que su familia está bajo amenaza de las autoridades en caso de que este converse con periodistas o medios de comunicación sobre lo que pasa en el país.
“Yo sé que en Nicaragua este gobierno está haciendo ley a su gusto y a su antojo, pero son leyes que no son justas y que por lo tanto nosotros no estamos obligados a cumplir esas leyes, estamos obligados a tener conciencia”, mencionó por su parte otro de los laicos.
De igual manera, uno de los “delegados de la palabra” que ofreció entrevista dijo que en Nicaragua “se vive una situación crítica y preocupante para la feligresía (católica)” porque “no se puede hablar con la verdad”.
Por otro lado, una periodista entrevistada por el Colectivo señaló que las coberturas periodísticas son “casi nulas” debido al asedio policial a los templos y actividades religiosas.
“Las personas tienen miedo a hablar y también nos exponemos nosotros y exponemos a nuestros familiares que siguen en el país”, advirtió la periodista que ahora se encuentra en el exilio.
Para el Colectivo de Derechos Humanos Nicaragua Nunca Más estas experiencias demuestran la “urgente necesidad” de abordar el tema de la restricción a la libertad religiosa en Nicaragua.
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