Rosario Murillo, primera dama, vicepresidente y vocera del régimen que codirige con su consorte Daniel Ortega, aseguró que, en la arremetida contra la Iglesia Católica en Nicaragua, ahora “hemos venido dejando atrás los días de campanas y cristales rotos” y anunció que trabajarán en “una cultura y una pastoral de justicia, concordia y liberación de todo mal, sobre todo el odio”.
Le puede interesar: Fondo Verde suspende el proyecto Bio-CLIMA
Para un sacerdote nicaragüense forzado al exilio, que sugirió anonimato, las declaraciones de Murillo dejaron claro que “la Iglesia ahora está en manos de Daniel Ortega y Rosario Murillo” y también “confirman lo que uno ha venido pensando y que ha querido ver de otra manera… el cardenal entregó la Iglesia a ellos, hace los movimientos que ellos quieren y las ‘fichas’ que ellos quieren ahí están (en cargos eclesiásticos)”.
Debido principalmente a la persecución y ataques del régimen, la Iglesia católica ha perdido por lo menos el 20 por ciento del clero que tenía registrado en el año 2020, aunque hay Diócesis como la de Matagalpa, donde la reducción del clero alcanza el 40 por ciento, según investigaciones y verificaciones de Mosaico CSI.
También puede leer: Falta de comida afecta a la mitad de los hogares en Nicaragua
En su monólogo diario, a través de medios oficialistas, este miércoles 7 de marzo, Murillo se deshizo en elogios al cardenal Leopoldo José Brenes Solórzano, en ocasión del 75 cumpleaños del arzobispo de la Arquidiócesis de Managua, a quien considera “discípulo del cardenal Miguel (Obando y Bravo)”, fallecido el 3 de junio de 2018, y quien en sus últimos años fue cercano a la pareja dictatorial.
“A él, a Su Eminencia Leopoldo, Leopoldo José, ‘Polito’, le expresamos el cariño de las familias nicaragüenses y el muy especial reconocimiento por esa labor tan meritoria que viene desempeñando, con un mensaje pastoral consecuente, consecuente con el Buen Pastor, con Cristo Jesús, que mandató amor y hermandad para el bien y la alegría”, dijo Murillo.
Suscríbase a nuestro Canal de YouTube
Agregó: “Gracias a Dios hemos venido dejando atrás los días de campanas y cristales rotos, esos días terribles, cuando intentaron romper el sentido de familia y comunidad, así como también la alianza de reconciliación y unión en nuestra Nicaragua, intentaron, pero no pudieron y no podrán porque eso está en nuestras venas, esa unión por el bien común, desde un cristianismo fraternal y solidario. Ese tiempo ha quedado atrás, y ahora las campanas repican con seguridad, alegría y victoria, porque Cristo reina en nuestra Nicaragua y, al saludar a Su Eminencia el cardenal Leopoldo, discípulo del cardenal Miguel, nos comprometemos todos a trabajar duro por el respeto, el encuentro, en una cultura y una pastoral de justicia, concordia y liberación de todo mal, sobre todo el odio”.
El sacerdote exiliado considera que la Iglesia ahora será “manejada al gusto y antojo de ellos (Ortega y Murillo), una Iglesia no profética, una Iglesia que no está a la altura del Evangelio de Jesucristo…”.
Al cumplir 75 años, el cardenal Brenes debió presentar su renuncia ante el Papa Francisco, pero dependerá del Sumo Pontífice si la acepta o no.
Facebook Comments