La maduración del café y la recolección del grano en las fincas cafetaleras del departamento de Matagalpa avanza con lentitud y, aun así, es poca la mano de obra disponible para levantar la cosecha del ciclo 2022-2023, de la que los cálculos optimistas del régimen de Daniel Ortega proyectan una producción cercana a los cuatro millones de quintales de café arábica.
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Pero, la emigración de los obreros agrícolas, los altos costos de producción, mal estado de la red vial y la baja en los precios internacionales experimentada en las últimas dos semanas, son temas que preocupan a hombres y mujeres dedicados a producir café y que, sin embargo, ahora temen opinar ante posibles represalias, individuales o gremiales.
“Prefiero que no me identifique, es que ahora es problema decir algo que no les guste a ellos (régimen de Ortega)”, dice un productor al solicitar el anonimato y recordando que, en junio pasado, cancelaron la personería jurídica a la Asociación de Cafetaleros de Matagalpa.
Graniteo prematuro
Por floraciones tempranas debido a aspectos climáticos, en julio de este año hubo graniteo o recolección de los primeros granos en fincas ubicadas especialmente en zonas de poca altura. “Dejó de llover y eso (maduración y graniteo) se detuvo”, afirma un caficultor.
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Mientras que, en la primera decena de noviembre, “estamos entrando en la cosecha un poco más lento que el año pasado, porque para estas fechas el año pasado estábamos en cortes fuertes”, refiere por su parte la dueña de una finca en El Tuma-La Dalia que igual prefiere omitir su identidad.
Por su parte, un productor del municipio de Matagalpa afirma que “la mano de obra ahorita está escasa, pero para empezar la cosecha hay trabajadores, el problema es si el café madura de una vez, cuando llega el pico de maduración”.
Sin “picos” en Matagalpa
Pero, por factores distintos, dice una productora, en los últimos cuatro ciclos no hemos tenido aquellos picos de cosecha como los que se daban antes, aquellas maduraciones que coincidían con las lluvias, frío y los feriados de las Purísimas, Navidad y Año Nuevo, sino que han sido maduraciones escalonadas, y cuando empieza Jinotega ya hemos finalizado en Matagalpa”.
Jinotega y Matagalpa aportan al menos el 75 por ciento de la producción nacional de café arábica.
Según el Plan Nacional de Producción, Consumo y Comercio 2022-2023, durante el ciclo cafetalero 2021-2022 hubo una producción de 3.7 millones de quintales de café oro de la especie arábica, equivalentes a un 8.7 por ciento de incremento respecto de la producción del ciclo 2020-2021.
Las exportaciones, según el mismo documento, para el ciclo 2021-2022 fueron de 3.3 millones de quintales de café oro, por un valor de 507.9 millones de dólares.
Mientras que para el ciclo 2022-2023, estiman una producción de 3.8 millones de quintales de café oro y un volumen de exportaciones de 3.5 millones de quintales de café oro, por un valor de 655.3 millones de dólares.
Nuevos productores en Matagalpa
Hay quienes ponen en duda las cifras oficiales por todas las problemáticas que acusan los cafetaleros por la falta de financiamiento y los altos costos de producción, pero otros aducen que ha habido cambios por cuanto ahora hay grandes empresas entrando a producir café. También hay temor a identificar quiénes son los nuevos productores.
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“Si va a incrementar la producción y si vamos a contar con la mano de obra para levantarla, esa es la pregunta del millón”, dice una productora.
Para el ciclo cafetalero previo, los productores evitaron la fuga de mano de obra porque, alentados por un buen precio internacional del grano, algunos pagaron hasta 80 córdobas por cada lata de café cortado.
Sin embargo, el precio internacional ha experimentado disminución en los últimos 15 días y “no creo que nos arriesguemos a pagar mucho por la lata de café”, considera un productor.
La baja en el precio internacional del grano afectará más a los pequeños productores que se quedan sin oportunidad de hacer ventas o fijaciones de futuro.
“La migración ha incrementado un montón, pero también es cierto que hay mucha gente desempleada, entonces el impacto ha sido en algunas comunidades más que en otras… en la temporada de precorte sí, hubo déficit de mano de obra, hombres y mujeres, principalmente cuando íbamos a aplicar fertilizantes”, relata uno de los caficultores.
Red vial
Otra de las preocupaciones para el sector cafetalero es el mal estado de las carreteras en zonas productivas.
Uno de los productores afirma que el Huracán Julia, en octubre recién pasado, provocó serios daños a la red vial en zonas cafetaleras.
“No se le puso mucha mente a ese huracán, pero sí afectó mucho, hizo estragos en la red vial que está prácticamente destruida y eso va a dificultar la salida del café de las fincas”, asegura.
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