Juan Flores Callejas tiene 11 años y destaca en las Pequeñas Ligas de Beisbol en Matagalpa, Nicaragua, donde ha sido parte de la selección departamental en distintas categorías y obtenido múltiples premios y reconocimientos por lideratos en bateo, incluyendo jonrones, pero también en picheo.
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Es hijo del pelotero esteliano Ramón Flores, quien acaba de terminar como líder en jonrones (24) el torneo de Primera División, y de la atleta matagalpina Karla Callejas, quien además de boxeadora también juega softbol.
Flores Callejas es seguro de sí mismo y no duda en afirmar que el beisbol lo lleva en la sangre, ya que viene de una familia de deportistas. Su abuelo paterno también llamado Ramón Flores, destacó en el beisbol nacional. Parientes de su abuela paterna también jugaron beisbol.
La madre del niño cuenta que este tenía aproximadamente cinco años cuando lo llevaba al campo deportivo del reparto Primero de Mayo, donde ella practicaba softbol.
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Flores Callejas aprovechaba para entretenerse, agarrando y tirando con soltura la pelota, despertando el interés para integrarse a algún equipo de su categoría.
“Moncho” Flores, que estuvo firmado por la organización de los Bravos de Atlanta, apoyó y animó al niño a integrarse a este deporte: “Si él nació para la pelota, él va a seguir”, le dijo a la madre.
De modo que, a los seis años, Flores Callejas fue integrado a un equipo en la categoría Pee Wee y luego ha estado en las categorías Infantil A e Infantil AA.
Títulos en promedio de bateo y de jonrones como bateador y en juegos ganados y efectividad como lanzador, destacan entre los trofeos que ha alzado el niño que también ha viajado a El Salvador y Costa Rica representado a Nicaragua.
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En octubre de este año, Flores Callejas recibirá entrenamientos en una academia de beisbol en República Dominicana, donde se han formado grandes estrellas de este deporte.
Callejas explica que en esos meses valorarán si el niño deseará continuar con este tipo de formación por un tiempo más prolongado en República Dominicana.
Un niño como todos
Callejas cuenta que a Juan le gusta jugar a las chibolas y a los trompos y no pasa entretenido con el celular o tablet. También le gusta la agricultura y montar a caballos.
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Sobre la personalidad del niño, Callejas asegura que “es bien cariñoso, bien sentimental. Él siempre piensa en los demás. Es hiperactivo. Él siempre trata de disculparme cuando me mira enojada, él es bien meloso”.
Flores Callejas quiere ir a República Dominicana a entrenarse, pero asegura que extrañaría los popsicles o helados de su Matagalpa.
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