Por Luis Eduardo Martínez M., LA PRENSA, 07 de septiembre de 2015
Jacky llora al ver el cuerpo inmóvil de su amigo que yace en una calle de macadán, mientras investigadores policiales esperan a que llegue la forense y algunos vecinos y transeúntes se agrupan a curiosear sobre el caso en la oscuridad del campo Elías Alonso, de la ciudad de Matagalpa.
Omar Matus, un joven inhalante de pegamento había sido acuchillado por una mujer presuntamente dedicada a diversas actividades ilícitas por las cuales recién habría salido de la cárcel.
“De puro gusto lo mataron, si él no se metía con nadie”, repite Jacky sin dejar de sollozar y recordando que Omar fue su compañero en la calle, con quien inhalaban pegamento y ocasionalmente fumaban marihuana, cuando lograban conseguir dinero para comprar la hierba.
Omar, de 22 años, tenía familiares residentes en el barrio Las Marías, pero “a él le gustaba andar en la calle, nunca quiso salirse”, comentó Jacky, de 16 años, quien afirma haberse alejado de los vicios desde el 5 de diciembre del año pasado.
Sin embargo, Jacky dice que Omar “se ‘enllavó’ (enamoró) con esa chavala”, refiriéndose a una adolescente de 14 años identificada como Katherine, de quien conoce que “es nueva” de andar en las calles, también inhalando pegamento.
El comisionado mayor Denis Castro Rugama, segundo jefe departamental de la Policía en Matagalpa, señaló que Omar y Katherine, junto a otro niño inhalante, estaban en una casa “como abandonada”, en la ribera del río Grande, al este del campo deportivo.
Maryuri del Socorro Jiménez Guzmán, Luis Gutiérrez Otero y otro joven que no quiso identificarse, todos vecinos del lugar, coinciden en que Omar y otros inhalantes tenían aproximadamente una semana yendo a pernoctar a la maltrecha casa en abandono y que presuntamente pertenece a Rosa Martínez Maldonado, de 35 años, de quien dicen estuvo presa en Boaco y por eso la casa estaba sola.
Sin embargo, la noche de este sábado 04 de septiembre, Martínez y un hombre identificado solo como Eliezer Antonio, llegaron a la casa y encontraron adentro a los inhalantes que ya dormían.
Reclamándoles que quién les había brindado permiso para dormir ahí, Eliezer riñó con Omar, pero, en el forcejeo, Rosa presuntamente tomó un cuchillo que Eliezer andaba entre el pantalón y la cintura y asestó cinco cuchilladas a Omar, dos en el cuello, dos en el tórax y una en el abdomen.
Katherine y el otro niño inhalante huyeron, pero la niña regresó a auxiliar a Omar y Rosa le hirió levemente una mano, para luego escapar del sitio con Eliezer.
Más tarde, la Policía detuvo a la mujer, mientras Eliezer aún está prófugo y fue circulado, confirmó Castro.
“Él era tuani, podía andar bien loco, pero no se metía con nadie”, insistía Jacky sin contener el llanto.
42 niños y adolescentes inhalantes de pegamento pululaban, hasta 2012, por la ciudad de Matagalpa, según datos que ese año suministró a LA PRENSA la delegación del Ministerio de la Familia.