Este 19 de febrero se cumplen 43 días de que Mariluz Arceda Guido, de 37 años, fue asesinada a machetazos por su expareja Luis Enrique Sánchez Parrilla, de 39, quien además atacó e hirió de gravedad a Sebastián Blandón Salgado, de 40. El agresor, aunque fue acusado en Matagalpa, sigue prófugo.
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“Dicen que allí anda todavía. Dicen que lo han visto por La Laguna y por Buena Esperanza, de La Isla (de Upá) para arriba”, comenta Blandón, sobreviviente al ataque a machetazos sucedido en la madrugada del 7 de enero en el sector de La Pacayona, 750 metros al norte de la hacienda Buena Esperanza, en la comarca Yasica Sur del municipio de San Ramón, Matagalpa.
Blandón Salgado todavía convalece de un machetazo en el rostro por el que tuvo que ser operado y que le afectó la vista y el oído. La cicatriz, que se extiende de oreja a labios, será permanente.
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El 30 de enero, la Fiscalía presentó la acusación contra Sánchez Parrilla ante la Oficina de Recepción y Distribución de Causas y Escritos (Ordice) del Complejo Judicial de Matagalpa, señalándolo del femicidio de Arceda y lesiones gravísimas en perjuicio de Blandón Salgado.
De acuerdo con la relación de hechos, Sánchez Parrilla fue pareja de Arceda Guido, pero ejercía violencia física, por lo que ella puso fin a la relación. Sin embargo, el hombre la amenazaba de que, si no volvía con él, iba a matarla.
En junio de 2023, Arceda Guido comenzó una relación con Blandón Salgado, y las amenazas de Sánchez Parrilla continuaron, diciendo que si los miraba juntos los mataría, señala la acusación.
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Aproximadamente a las 4:30 de la madrugada del 7 de enero, dice Blandón que iba a dejar a Arceda Guido a que tomara un bus para ir a Santa Ana, en la jurisdicción del municipio El Tuma-La Dalia, Matagalpa.
Pero, en el camino, Sánchez Parrilla “estaba matoneándonos (emboscando)”, apunta Blandón Salagado.
La acusación de la Fiscalía detalla que el hombre atacó primero a Arceda Guido, asestándole un machetazo en el cuello. Luego dio un filazo en el rostro a Blandón Salgado, y este suplicó que no lo matara.
—Andate, le habría dicho el agresor, y Blandón corrió hacia el norte.
Sánchez Parrilla regresó al punto donde Arceda Guido estaba caída y asestó varios filazos, al menos nueve, hasta matarla. Acto seguido huyó.
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