El sacerdote Uriel Vallejos, titular de la Parroquia Jesús de la Divina Misericordia en Sébaco, consideró que “nuestra Patria sigue sangrando”, ahora por la pandemia del covid-19, y exhortó a los nicaragüenses a apartar “intereses particulares” para hacer frente al “terrible mal que nos aqueja” y llamó a los médicos del país a que “no respondan a intereses mezquinos” y que atiendan a los pacientes “como si fueran su propia mamá”.
En una misa dedicada a Nuestra Señora del Rosario de Fátima, a las 6:00 a.m. de este jueves 28 de mayo y concelebrada por el padre Erick Díaz, el padre Vallejos oró por el alma del periodista Gustavo Bermúdez, fallecido la noche del 26 de mayo, y por la recuperación de los periodistas enfermos, particularmente Emiliano Chamorro y Álvaro Navarro, directores de los medios digitales Portavoz Ciudadano y Artículo 66, respectivamente.
Serán tres días dedicados a la advocación mariana de Fátima en esa iglesia donde el altar ha sido adornado con los colores azul y blanco, el Escudo Nacional, dos ángeles sosteniendo las banderas de Nicaragua y de la iglesia en medio de 1,224 rosas de varios colores, cada una con el nombre de las familias de los feligreses de la parroquia que no pueden asistir, porque la Diócesis de Matagalpa está aplicando una cuarentena para prevenir el covid-19.
Le puede interesar: Oscuros días de pandemia en Matagalpa
“La madre conoce siempre el dolor de los hijos y ahora todos estamos sufriendo, sufrimos la pérdida irreparable de seres queridos, hermanos y de gente valiosa que se nos están marchando. Nuestra Patria sigue sangrando, sigue clamando auxilio. Y solo en Jesús y la virgen encontramos ese alivio, esa esperanza”, dijo el sacerdote al iniciar su homilía.
Para el padre Vallejos, los nicaragüenses “debemos acompañar al pueblo” e instó a los servidores públicos a que actúen “con la verdad y cuidando al pueblo que se les ha encomendado”.
Refiriéndose a los médicos del país, el sacerdote señaló que “su su heroísmo será recordado por generaciones”, pero los llamó a que “no manchen su récord, atiendan a los pacientes como si fueran su propia mamá”.
También puede leer: “El Gato”, el taxista prevenido en Matagalpa
“Las familias están afuera de las salas, en los parques de los centros (hospitales), desesperados y acongojados, esperando buenas noticias de sus familiares. No ocultemos la información, digan la verdad, eso será reconocido por el pueblo. No respondan a intereses mezquinos y engañosos, eso no traería nada bueno para ustedes…”, dijo el padre Vallejos.
Agregó que la Virgen María “nos quiere ver amándonos y luchando unidos, cada uno desde su propio espacio, pero unidos en una misma dirección; el enemigo invisible nos esta golpeando y urge una estrategia para evitar mas dolor y muerte. En comunión y apartando intereses particulares, podemos hacer frente a este terrible mal que nos aqueja”.
Además: El COVID-19 desata “fiebre” por las hojas del eucalipto
“Es tiempo que hagamos propio el dolor del otro. La humildad es una virtud, y la soberbia o arrogancia es diabólica; porque para el soberbio no hay errores, todo lo justifica, no se deja ayudar, siempre busca culpables y no asume sus propios errores. Eso no es sano ni bueno, porque no nos deja madurar, avanzar y ser mejores. Siempre los malos son los otros y estamos a la defensiva, siempre. En la virgen está el servicio, la humildad, la nobleza de corazón, la compasión; una mujer llena de Dios”, aseguró el religioso.
Suscríbase a nuestro Canal de YouTube
Facebook Comments