Herido en las extremidades inferiores por tres balazos que le asestó un policía que “ahora se burla de él”, Luis Alberto Sánchez está preso en la Policía de Matagalpa, cumpliendo con la medida de prisión preventiva que le impuso un juez en Matagalpa, mientras enfrenta un juicio programado para el 8 de febrero del año próximo.
Sánchez fue acusado por femicidio y homicidio, ambos en grado de tentativa, en perjuicio de Aracelly Aráuz y Pedro Pablo Pineda, respectivamente. La Fiscalía también le imputa el cargo de lesiones sicológicas contra la mujer con quien sostuvo una relación durante dos meses.
Después de un pleito en el que presuntamente quiso matar a cuchilladas a Aráuz y Pineda, el 27 de noviembre recién pasado en el barrio Nuevo Amanecer, de la ciudad de Matagalpa, Sánchez quería huir en una moto con la que supuestamente casi atropella al policía que intervino y “lo redujo”, refiere la acusación sin detallar cómo fue la actuación policial.
Juana Estela Rostrán, hermana de Sánchez, dijo que el policía, a quien identificó como Óscar Centeno, habría disparado por presuntas rencillas surgidas cuando ambos estudiaron juntos y “se ensañó con él, porque no le bastó un balazo, sino que le pegó tres”.
Sánchez estuvo internado en el hospital de Matagalpa, donde el 7 de diciembre enfrentó la audiencia preliminar del proceso, pero ahora está detenido en las hacinadas celdas de la Policía, sin recibir la asistencia debida por sus heridas. “Ni siquiera dejan que le pasen antibióticos”, dijo Rostrán.
Además, los familiares denunciaron que la Policía no ha querido tramitar la denuncia que interpuso la madre de Sánchez en contra del policía que le disparó.
En audiencia inicial, este viernes 15 de diciembre, el juez especializado en violencia de género en Matagalpa, William Montalván, admitió los elementos de prueba ofrecidos por la Fiscalía y remitió la causa a juicio.
Según la acusación, Sánchez llegó a la casa de Aráuz, donde ella estaba con sus tres hijos y Pineda, quien es su actual pareja. El acusado presuntamente casi estranguló a Aráuz y con un cuchillo quiso agredirla, mientras Pineda huyó hasta un cerco de alambres en el patio, donde habría recibido una cuchillada en el antebrazo.
Sin embargo, Catalina Arvizú Rostrán, madre de Sánchez, relató que este llegó a la casa atendiendo dos llamadas de Aráuz, quien presuntamente fue quien tomó el cuchillo para agredirlo; mientras que Pineda se habría lesionado solo cuando huyó cruzando el alambrado.
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