Pese a los altercados que generó en las primeras horas el resultado de la votación, que tras más de treinta años vuelve a poner a un sandinista a gobernar Río Blanco, esta localidad, ubicada a casi doscientos kilómetros de la capital, volvió a la normalidad en medio de los señalamientos de fraude de los dirigentes y militantes de partidos opositores y la esperanza casi generalizada de sus habitantes de que ahora “con un sandinista mandando” sí llegará el progreso a esta localidad.
“Tenemos conocimiento de que en las alcaldías que no están bajo el mandato del Frente Sandinista muchas veces se ponen peros para los proyectos para el progreso, entonces creemos que con una nueva autoridad que es del Frente Sandinista Río Blanco será mejor”, dice el comerciante Antonio Jarquín, quien tiene plena confianza en que la alcaldesa electa Martha Bucardo construirá carreteras, hospitales, escuelas, parques y demás obras.
Según los pobladores, durante la campaña los sandinistas le “explicaron a la población” que el Gobierno no ha podido reparar escuelas ni calles, abrir nuevos caminos, reparar la carretera ni construir un hospital porque los alcaldes liberales nunca les permitieron hacerlo.
Incluso, muchos pobladores acusan al exalcalde del Partido Liberal Constitucionalista (PLC), Moisés Valle y actual candidato de ese partido, de haber impedido la construcción de un hospital.
“Necesitamos un buen hospital y el adoquinado de esta terminal (de buses interurbanos) y cuando estuvo el alcalde anterior dejó ir el hospital para otro lugar, para Mulukukú, o sea, que ese hospital ya estuviera aquí, pero él no dejó que lo construyeran”, asegura Adilia Manzanares.
Abandono de Gobierno central es evidente
En la cabecera municipal es evidente el mal estado de las escuelas, el instituto, el centro de salud, el parque y las vías de acceso, incluida la calle principal que es parte de la Carretera Panamericana, que conecta a Matagalpa con la Región Autónoma de la Costa Caribe Norte (RACCN).
Y aunque a la población se le ha hecho creer que esto es culpa de los alcaldes que no le han permitido al Gobierno desarrollar proyectos, el alcalde Denis Argueta afirma que eso es una mentira.
Según Argueta, debido a que en casi tres décadas el sandinismo no logró nunca ganar esta Alcaldía, a pesar de múltiples gestiones, no se aprobaban proyectos para la zona.
Incluso, señala al Ministerio de Transporte e Infraestructura (MTI) de haber evadido, en los últimos siete años, su responsabilidad de reparar la calle principal del poblado que, por ser parte de la Carretera Panamericana que une Matagalpa con la RACCN, le corresponde.
Argueta también alega que durante los cinco años de su mandato a esta Alcaldía “sin ninguna justificación” le recortaron casi cinco millones de córdobas que le correspondían como parte de las transferencias que anualmente les hace el Gobierno central a las municipalidades, a través del Presupuesto General de la República.
“De casi 28 millones de córdobas que recibíamos ahora solo nos dan 23 millones y como por Ley debemos asumir lo que corresponde a Educación, Salud y agua y saneamiento eso nos absorbía más de nueve millones de córdobas, entonces lo que nos venía quedando eran menos de 13 millones de córdobas”, detalla Argueta.
Y añade que en los recientes incrementos mientras a alcaldías de características similares les asignaron hasta 15 millones de córdobas a Río Blanco solo le dieron un millón.
Argueta sostiene que además de la estrategia de hacer creer a la población que la falta de desarrollo de infraestructura es culpa de la Alcaldía, el partido de gobierno también recurrió al fraude para finalmente quedarse con esta plaza que sin éxito disputaron durante más de tres décadas, con una población que con los recuerdos de la guerra vigente en su memoria les negó en cada elección el derecho a gobernarlos.
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