La presencia de un chinandegano encaminándose armado de un revolver rumbo al altar del templo San Antonio en plena homilía de las 6: 00 p.m. del miércoles 13 de septiembre (en la ciudad de Chinandega), provocó gritos, alarma y desesperación de los feligreses.
“¡Nooo! ¡Azteca, no lo hagás, guardá esa pistola por favor…!” Expresaban voces de feligresas aterradas, ante la posibilidad de que el hombre disparara.
El incidente ocurrió al momento que el presbítero Boris Tandarich oficiaba la Santa Eucaristía y brindaba la homilía. Los presentes escuchaban atentos las palabras del sacerdote europeo y advirtieron el ingreso del poblador con el arma en la mano.
Indicaron que este se enrumbaba firme hacia el altar; pero, intempestivamente giró en dirección a la imagen de la Virgen de Fátima en la parte derecha de la nave donde se detuvo siempre con la vista hacia el altar. El religioso detuvo el sermón y se encaminó al hombre que seguía armado y los gritos espantados de los feligreses incrementaron.
“¿Aquí estoy, qué quieres?” Le consultó el religioso. El hombre le observó por unos segundos y enseguida dio la vuelta hacia la puerta del perdón para salir del templo.
La mañana de este jueves 14 de septiembre, una patrulla policial estaba frente al templo San Antonio. Investigadores recogían datos de la peligrosa ocurrencia, mientras los que participaban de la Santa Eucaristía identificaron al individuo como Azteca López.
En las averiguaciones de agentes de la Dirección de Auxilio Judicial hay registros de amenazas de parte de este poblador para los párrocos Michael Mendoza, de la iglesia Divino Niño en el municipio El Viejo; Reinaldo Sánchez, del templo San Agustín y contra Francisco Solórzano.
Los testigos aseguran que Azteca López está identificado como “un anticlerical” que suele expresar a la ciudadanía su posición generalmente a personas de escasos recursos que llegan en busca de ayuda económica a su casa de habitación en la Calle Real, de la Esquina de los Bancos 75 varas al Oeste.
Nota de Mosaico CSI
Fray Boris Tandarich, de la Orden Franciscana Menor, fue párroco de la Iglesia San José en la ciudad de Matagalpa, donde una vez fue atacado con cuchillo por un presunto demente.
Ocurrió el 29 de febrero del 2000, cuando el religioso franciscano se disponía a cerrar las puertas del templo.
Un hombre, identificado entonces como Lázaro Hernández Martínez, lo atacó con un cuchillo, asestándole una estocada en el pecho.
El presunto demente estuvo varios días detenido en las celdas preventivas de la unidad departamental de la Policía en Matagalpa. Después no se supo más de su paradero.
Fray Boris estuvo hospitalizado y recuperó satisfactoriamente continuando con sus servicios religiosos.
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