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De una en una o por lotes, las reses “desaparecen” de las fincas de sus dueños en el municipio de Paiwas, en la Región Autónoma de la Costa Caribe Sur; donde los ganaderos se quejan de un alto nivel de impunidad, desconfían de las autoridades policiales y resienten que sus hatos están siendo diezmados por los cuatreros.
“Ya los productores no queremos trabajar, ¿para qué hacerlo?, si es trabajar para los que se roban los animales”, expresa el productor Reynaldo Duarte, afirmando que en los últimos años le han robado 117 reses, además de una decena de bestias mulares de su propiedad en la comunidad Oakawas, una de las más afectadas por los abigeos en Paiwas.
Con una extensión territorial de casi 2,100 kilómetros cuadrados, Paiwas forma parte de la llamada “Vía Láctea” nicaragüense, debido a su alta producción ganadera. Anualmente, de este municipio “salen” aproximadamente 80,000 cabezas de ganado directamente a los mataderos, sin contar las reses comercializadas a particulares. Además, 50,000 libras de queso son producidas cada año en el territorio, según estimaciones de la municipalidad.
La “legalización” de ganado robado a través de cartas de venta emitidas por diferentes alcaldías; que los sospechosos de abigeatos a veces son detenidos pero quedan libres por diferentes causas, en un notorio incremento de la impunidad; que falta vigilancia y patrullaje en las zonas productivas, fueron algunas de las quejas planteadas por productores durante un encuentro con el jefe del Sexto Comando Militar Regional del Ejército, coronel Marvin Paniagua.
El mando militar coincidió con los productores al presentar una serie de ilícitos detectados por el Ejército cuando conoce denuncias sobre abigeatos.
Traslado de ganado en días y horarios inhábiles; adulteración de fierros y guías de traslado; cartas de ventas ilegales; además de falta de control de los productores en sus inventarios de ganado; problemas con las cercas en las propiedades; falta de coordinación entre los mismos productores y falta de control sobre los empleados de las haciendas, fueron señaladas por Paniagua como “actividades que facilitan” el abigeato.
En este año, según Paniagua, al Ejército le han reportado el robo de 114 cabezas de ganado, de las cuales 75 han sido recuperadas.
De acuerdo con los planteamientos de los productores, el abigeato representa cerca el 30 por ciento de la actividad delictiva registrada por las autoridades policiales en el municipio.
Ningún representante de la Policía llegó a esa actividad a la que también asistieron miembros del gobierno municipal, incluyendo al alcalde liberal Manuel Hurtado Rojas.
¿Productores “topes”?
En tanto, el productor German Toledo apuntó que para prevenir el abigeato, es necesaria una mayor presencia policial y militar, mejor coordinación entre la Alcaldía con sus similares vecinas, además de las delegaciones policiales de los municipios vecinos y que los productores se organicen y pierdan el miedo de colaborar en los procesos judiciales contra los abigeos.
Para este productor, uno de los principales problemas detectados es que existen “ganaderos fuertes que también son comerciantes y compran el ganado o tienen a sus arrieros que van a sacar el ganado a las demás fincas, lo legalizan y mandan a los mataderos”.
Osman Alexander Ramos, de San Pedro-El Toro, apuntó que “los productores están ariscos porque más bien andan quitándoles las armas que tiene para cuidar sus bienes (…) muchas veces aunque las armas estén legales. Después de eso uno cree que tal vez es el Ejército el que llega a molestar, porque esas ropas (uniformes militares) están en el mercado y tal vez son otras gentes las que llegan y es un clavo de nunca terminar porque esas ropas deberían usarlas solo el Ejército y la Policía, pero uno no sabe si son delincuentes que andan”.
Alcaldía exigente
El alcalde Manuel Hurtado dijo que en Paiwas han incrementado los controles para evitar que el ganado robado pueda ser legalizado en esa Alcaldía.
“Los productores deben presentar todos los soportes de cartas de venta y si hay una familia en la que el esposo, la esposa y sus hijos tienen tierras y ganado, y llega solo uno de ellos a hacer cartas de venta, entonces debe presentar también un poder notarial y no solo con las matrículas y copias de cédulas”, dijo Hurtado, indicando que los mismos requisitos son exigidos en cada una de las diez filiales de la Alcaldía en igual cantidad de comunidades.
El alcalde además se comprometió a respaldar al Ejército en la adquisición de un terreno para establecer la sede del Segundo Batallón de Infantería del Sexto Comando Militar en la comunidad Wanawana, desde donde sería mayor la cobertura militar en sus patrullajes.
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