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Esta es la carta que envió Bill Gates a todos los jóvenes que han terminado su carrera universitaria y tienen altas expectativas del mundo laboral que les espera:
Estimada Clase de 2017… ¡Felicitaciones! Han logrado algo que nunca logré hacer: obtener un título universitario.
Entre tu orador de graduación (NdT: se refiere a la persona que habla ante los estudiantes el día en que reciben su título universitario) y cada tía y tío en tu fiesta, estoy seguro de que estás recibiendo un montón de consejos. A riesgo de sumarme, pensé en compartir algunos pensamientos.
Los nuevos graduados universitarios a menudo me piden consejo de carrera. Tuve la suerte de estar en mis 20 años cuando la revolución digital se estaba poniendo en marcha, y Paul Allen y yo tuvimos la oportunidad de ayudar a darle forma. (Lo que explica mi falta de un título universitario -salí de la escuela porque temíamos que la revolución pasara sin nosotros.)
Si yo estuviera empezando hoy y buscando la misma clase de oportunidades para hacer un gran impacto en el mundo, consideraría tres campos:
El primero es la inteligencia artificial: tenemos que empezar a aprovechar todas las formas para hacer que la vida de las personas sea más productiva y creativa.
El segundo es la energía: hacerla limpia, asequible y confiable será esencial para combatir la pobreza y el cambio climático.
El tercero es la biociencia: que están llenas de oportunidades para ayudar a las personas a vivir vidas más largas y saludables.
Pero algunas cosas en la vida son verdaderas sin importar qué carrera elijas. Ojalá hubiera entendido mejor estas cosas cuando salí de la escuela. Por un lado, la inteligencia no es tan importante como pensé que era, pues toma muchas formas diferentes.
En los primeros días de Microsoft, creía que si podía escribir un gran código, también podía administrar a la gente bien y llevar un equipo de marketing o asumir cualquier otra tarea. Me equivoqué sobre ello. Tuve que aprender a reconocer y a apreciar los diferentes talentos de las personas. Hazlo cuanto antes, si no lo haces ya, más rica será tu vida.
Otra cosa que desearía haber entendido mucho antes es la verdadera desigualdad. No la vi de cerca hasta mis 30 años, cuando Melinda y yo hicimos nuestro primer viaje a África. Nos quedamos impactados con lo que vimos. Cuando volvimos, nos dimos cuenta cuánto aprendimos. Impactó en nuestras mentes que millones de niños estaban muriendo de enfermedades de las que a nadie se ocupa, incluso en los países ricos. Pensamos que era lo más injusto del mundo. Nos dimos cuenta de que no podíamos esperar para involucrarnos y tuvimos que empezar en cuanto regresamos.
Ahora saben mucho más que yo cuando tenía su edad. La tecnología te permite ver los problemas de una manera que mis amigos y yo nunca pudimos, y puedes ayudar en formas que nosotros nunca pudimos. Puedes comenzar a combatir la desigualdad, ya sea en tu propia comunidad o en un país lejano.
Mientras tanto, les animo a rodearse de personas que les desafíen, les enseñen y les empujen a ser mejores personas. Melinda hace eso por mí, y yo soy una mejor persona para ella. Al igual que nuestro buen amigo Warren Buffett. Mido mi felicidad viendo si las personas cercanas a mí son felices y me aman, y por la diferencia que hago en la vida de otros.
Si pudiera dar a cada uno de ustedes un regalo de graduación sería «Los ángeles que llevamos dentro», de Steven Pinker. Después de varios años de estudio, es posible que no estés deseando leer un libro de 700 páginas, peor pongan este en su lista de lectura para hacerlo algún día. Es el libro más inspirador que he leído.
Pinker defiende el argumento persuasivo de que el mundo está mejorando, que estamos viviendo en el momento más pacífico de la historia humana. Esto puede ser difícil de entender, especialmente ahora. Cuando le dices a la gente que el mundo está mejorando, a menudo te miran como si fueras ingenuo o loco.
Pero es verdad, y una vez que lo entiendes, empiezas a ver el mundo de manera diferente. Si piensas que las cosas están mejorando, entonces quieres saber más que funciona, para poder acelerar el progreso y difundirlo a más personas y lugares.
No significa que ignores los serios problemas que enfrentamos. Simplemente significa que creas que pueden ser resueltos, y que te muevas para actuar en función de esa creencia.
Este es el centro de mi cosmovisión. Me sostiene en tiempos difíciles y es la razón por la que todavía amo mi trabajo filantrópico después de más de 17 años. Creo que puede serlo para ti.
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