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Aunque tienen un balance similar al que obtuvieron en 2016 contra los mismos rivales que han enfrentado este año, la posición en la que se encuentran los Indígenas de Matagalpa en las tablas de posiciones (5 en el Grupo A y 13 en la tabla general) ha causado cierto revuelo, principalmente entre los más críticos aficionados.
El reciente resultado adverso de 1-3 en su última serie frente a la Costa Caribe parece haber sido el punto de ebullición para los críticos, incluso hay quienes claman porque rueden cabezas en la Tribu.
Antes de esa serie, la Costa (.270 en bateo colectivo y 3.63 en efectividad colectiva) tenía mejores números que Matagalpa (.264 en promedio colectivo y 4.45 en efectividad). Ambos tuvieron leves mejorías en sus series previas contra Estelí y Chinandega, respectivamente.
Contra los occidentales Matagalpa bateó para .318 en cuatro juegos (41 imparables, con 9 dobles, un jonrón, 22 anotadas, 14 bases y 18 ponches). Pero, frente a los caribeños los Indígenas batearon 32 hits y .256 en promedio colectivo. Este fue el actuar ofensivo de los Flecheros en Bluefields.
En picheo, los Indígenas admitieron solo 11 carreras limpias (de 12 en total) en 32.2 entradas para una efectividad de 3.03 ante los Naranjeros. Sin embargo, frente a la Costa, los lanzadores norteños permitieron 20 carreras limpias (de 22) en 30.1 innings. Costa y Chinandega batearon la misma cantidad de imparables (29 cada uno), sin embargo, el control de los picheos marcó diferencia. Los Naranjeros apenas negociaron ocho bases y los caribeños recibieron 23 pasaportes gratis.
Primeras seis series
Los Indígenas salieron de una seguidilla de media docena de series contra rivales que históricamente le han sido difíciles: Carazo, Chontales, Dantos, León, Chinandega y Costa, contra quienes obtuvo un balance de 10-14, muy inferior al 19-5 que los Flecheros consiguieron en 2016 en los primeros 24 juegos contra equipos distintos.
A la sexta serie de 2015, que fue contra el Bóer, los Indígenas llegaban con 18-2. Pero la Tribu capitalina ganó los últimos tres juegos y se llevó la serie 3-1 y dejó el 19-5 de los norteños.
Sin embargo, jugando contra los mismos seis equipos que han enfrentado este año, en la primera ronda de 2016 los Indígenas tuvieron balance de 11-12 por un partido no jugado contra Chontales.
El año pasado, los Flecheros compartían la punta del Grupo A con León y la Tribu tenía el mejor promedio ofensivo del torneo, en el mejor arranque de temporada en la nueva fase de los Pomares iniciada en 2009.
De hecho, en 2015, cuando conquistaron su más reciente título, los Indígenas iniciaron barridos 0-4 con León y después de dividir 2-2 su sexta serie de ese año contra Rivas —serie en la que Noel Rojas llegó a 1,000 imparables en su carrera— los Flecheros tenían un balance de 12-12 en sus primeros 24 juegos y terminaron Campeones venciendo precisamente a León en la final.
En 2012, cuando los Indígenas también fueron campeones, tuvieron un peor inicio que este año. Según el cronista Moisés Reyes, el balance de la Tribu en 2012 era de 9-15 después de sus primeras seis series.
Vienen rivales menos complicados
Ahora, los Indígenas salieron de equipos “duros” y a partir del fin de semana próximo enfrentarán a rivales menos complicados. Brumas de Jinotega será la próxima serie.
Después del receso de Semana Santa, los rivales serán contra Rivas (21 de abril); Nueva Segovia (28 de abril); Boaco (5 de mayo); Río San Juan (12 de mayo); Estelí (19 de mayo) y Zelaya (26 de mayo). Será la oportunidad de los Indígenas para escalar en las tablas.
A su próxima serie contra Jinotega, así llegan los norteños.
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