
Mientras el artillero Jairo Beras se dedicaba a perder pelotas en la práctica de bateo, en el otro extremo del estadio B’Air de Mexicali, el veterano lanzador Gustavo Martínez recibía el nombramiento como el abridor ante Alemania, mañana, en el primer juego de Nicaragua en las Eliminatorias del Clásico Mundial de Beisbol.
Martínez, un tirador derecho de 40 años de edad, que vive un segundo o tercer aire en su carrera, reflejado en una gran temporada con los Orientales de Granada en la pasada Liga Profesional, fue la elección del mánager Marvin Benard, quien se ha mantenido hermético con respecto a su estrategia, pero que evidentemente considera que Gustavo puede hacer un buen trabajo.
En un principio, se creía que el zurdo Carlos Téller podría ser el abridor de este primer juego.Téller se perfila como el líder del staff y como Benard había dicho que cada juego sería tratado como si fuera el último, se esperaba que el zurdo fuera el abridor del primer encuentro.
Además, le tiró a los alemanes el pasado domingo en un partido de preparación con los Pericos de Puebla, su equipo en la Liga Mexicana.
No obstante, de alguna forma pesó el hecho que Alemania no lució bien en sus partidos de fogueo y quizá se esté reservando a Téller para un duelo de más importancia.El manejo del picheo será determinante en este torneo, que tiene muchas restricciones para los carabineros y por eso la exigencia de llevar un staff de al menos 14 brazos.
SELECCIÓN ENTRENÓ AYER
La Selección entrenó ayer con la mayoría de su personal, incluyendo a los destacados prospectos Alex Blandino y Jairo Beras, ambos nacidos fuera de Nicaragua, pero hijo de padre pinolero.
Beras fue el sensación en la práctica de bateo, sacando la pelota del parque con llamativa frecuencia, reforzando la idea que será el cuarto bate del equipo nacional.
Beras, quien nació en República Dominicana y es hijo del antiguo pelotero leonés Harold Herdocia, rápidamente hizo química con los jugadores.
SOLO CLASIFICA UNO
Nicaragua debuta mañana ante Alemania y de ganar, México sería el rival del viernes. En caso contrario, iríamos a un juego de vida o muerte ante República Checa.
Perder dos partido equivale a la eliminación en este torneo, en el cual solamente el campeón clasificará al Clásico Mundial de Beisbol del 2017. México es el favorito, pero Nicaragua está ansiosa por romper los pronósticos.
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