La reunión será «estrictamente privada», según confirmó hoy la Santa Sede en un comunicado
Durante la mañana del domingo 10 de mayo, el Pontífice recibirá de forma «estrictamente privada» al mandatario cubano, Raúl Castro, en un estudio del aula Pablo VI, en la Ciudad del Vaticano, según informó hoy la Santa Sede.
«Como sabemos, el presidente Raúl Castro ha agradecido públicamente al Papa su papel en el acercamiento entre Cuba y Estados Unidos y el Papa acudirá en septiembre a la isla caribeña antes de viajar a Estados Unidos», señala el breve comunicado del Vaticano.
Francisco y su labor diplomática fueron claves en el histórico acercamiento entre Estados Unidos y Cuba. Con el objetivo de reforzar este proceso, el Santo Padre viajará a Cuba a finales de septiembre. En EEUU, canonizará al misionero español Junípero Serra y participará en el Encuentro Mundial de las Familias de Filadelfia.
En sus respectivos mensajes de diciembre pasado, tras anunciar su intención de normalizar las relaciones diplomáticas entre Cuba y EEUU, tanto el presidente estadounidense, Barack Obama, como Castro alabaron la mediación del Pontífice en el proceso.
Con esta visita, será la segunda vez que un Castro acuda a la Santa Sede. Fidel viajó al Vaticano en noviembre de 1996. En esa ocasión, la entrevista fue con Juan Pablo II. Dos años más tarde, el fallecido Pontífice viajó a la isla en el que fue la primera asistencia de un papa a Cuba. «Que Cuba se abra al mundo y que el mundo se abra a Cuba», pidió en aquella ocasión.
La mala relación entre la Revolución cubana y la Iglesia católica fue, así, deshaciéndose poco a poco. Después de la visita de Juan Pablo II, se levantó la prohibición de las procesiones públicas, se retomó la Navidad como fiesta oficial, se autorizó el ingreso de sacerdotes y religiosas a la isla y en 2010 se inauguró en La Habana el primer seminario en 50 años.
En 2010 se registraron las relaciones más distendidas, sobre todo a raíz del proceso iniciado el 19 de mayo con la mediación de la Iglesia y el gobierno de Raúl Castro, que culminó con las excarcelaciones de los presos políticos cubanos del Grupo de los 75, proceso que apoyó el gobierno de España y finalizó a comienzos de 2011.
Un año después, Benedicto XVI era el segundo pontífice que viajaba a Cuba y lo hacía como «peregrino de la Caridad», nombre de la patrona del país. El papa emérito dejó mensajes en defensa de las libertades, reclamó más espacios para su Iglesia y criticó el bloqueo de EEUU. Tras este viaje, el régimen cubano restituyó y decretó festivo la conmemoración católica del Viernes Santo.
Fuente: Infobae
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