Convaleciente por una herida de bala y bajo custodia policial, Luis Alberto Sánchez se encuentra internado en el hospital de Matagalpa, donde este jueves 7 de diciembre enfrentó la audiencia preliminar de un proceso en el que enfrenta cargos porque presuntamente quiso matar a su ex pareja y al nuevo compañero de ella.
Sánchez fue acusado por femicidio y homicidio, ambos en grado de tentativa, en perjuicio de Aracelly Aráuz —con quien convivió dos meses— y Pedro Pablo Pineda, respectivamente. Asimismo, la Fiscalía le imputó el cargo de lesiones sicológicas contra la mujer.
El juez especializado en violencia de género en Matagalpa, William Montalván Avendaño, admitió la acusación sostenida en la audiencia por la fiscal auxiliar Betty Flores, decretando la medida cautelar de prisión preventiva contra Sánchez.
Montalván ordenó a la Policía que mantenga la custodia del acusado y que este sea trasladado a las celdas preventivas de la delegación departamental de esa institución, una vez que le den de alta en el hospital.
El juez programó la audiencia inicial del proceso penal para el 15 de diciembre próximo.
Los hechos
Según la acusación de la Fiscalía, Sánchez y Aráuz fueron pareja durante dos meses, pero ella decidió terminar la relación en abril de este año, porque “él era una persona agresiva” que la agredía verbalmente y dos veces las agresiones fueron físicas.
Sin embargo, refiere la acusación, “en una actitud de control y machismo”, Sánchez estaba en desacuerdo con la separación y “sobre todo que ella rehiciera su vida con otra persona”, por lo que constantemente la llamaba exigiéndole que regresaran, o que de lo contrario la mataría y también a quien estuviera con ella.
A las 6:00 p.m. del 27 de noviembre reciente, Sánchez llegó a la casa de Aráuz, en el barrio Nuevo Amanecer, de la ciudad de Matagalpa, donde aprovechó que la puerta frontal estaba abierta para ingresar al inmueble que no tiene divisiones internas.
En la casa estaba Aráuz con sus tres hijos y con Pineda —su actual pareja— y dirigiéndose a donde estaba la mujer, Sánchez la tomó de los hombros reclamándole el por qué no le respondía las llamadas. Luego la arrastró hasta una cama en la que la sostenía del cuello, casi estrangulándola.
Con cuchillo
La mujer forcejeó en defensa y el hombre, sin soltarla, tomó un cuchillo de una mesa cercana con la que quiso agredirla al tiempo que preguntaba quién era el otro hombre, a lo que Aráuz le respondió que era un primo.
Sánchez se abalanzó contra Pineda, quien huyó por el patio hasta un cerco, donde el hombre le asestó una cuchillada en el antebrazo.
Pineda logró cruzar el cerco, por lo que Sánchez con el cuchillo comenzó a causar daños a la moto con placa MT 9870, propiedad del primero. Acto seguido, lanzó el vehículo a la calle donde quiso prenderle fuego, aunque “los fósforos se le apagaban”.
Aráuz, en tanto, se refugió en una camioneta que estaba aparcada en la calle y aunque el hombre le lanzó varias cuchilladas, estas impactaron en la carrocería del vehículo.
Sánchez ingresó de nuevo a la casa donde, con el cuchillo, provocó daños en un equipo de sonido y otros objetos de la mujer.
Los vecinos llamaron a la Policía y Sánchez pretendió escapar en otra moto. Un agente policial que reside en el mismo barrio quiso intervenir, pero Sánchez casi lo atropelló, por lo que el uniformado “lo redujo”, refiere la acusación, aunque no menciona en qué circunstancias el hombre fue herido de bala.
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