El obispo de la Diócesis de Matagalpa, monseñor Rolando José Álvarez Lagos, exhortó a los nicaragüenses a que mantengan firmes sus esperanzas, porque “no todo está perdido”, aunque haya confusiones creadas por los liderazgos divididos, asegurando que en el campesinado no hay divisiones.
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En la misa que presidió en ocasión de la fiesta patronal en la Parroquia Nuestra Señora de Fátima, en el municipio de Rancho Grande, este jueves 13 de mayo, el obispo consideró que hoy “el mundo está convulsionado, nuestra patria confundida, la pandemia nos azota; pero, no todo está perdido: mantenemos una esperanza que es Jesucristo nuestro Señor y en Él está firme nuestra esperanza”.
El mensaje del obispo llega un día después de vencer el plazo para inscripción de alianzas electorales en el país y el fracaso de las negociaciones por la unidad opositora.
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Monseñor Álvarez se dirigió especialmente a los campesinos, destacando la sabiduría de estos respecto del tiempo, la tierra y la siembra, porque conocen de los tiempos precisos para distintas actividades, y “en ustedes está la sabiduría de los sencillos que quisieran (tener) los entendidos de este mundo”.
“Ustedes, sé que están escuchando, han escuchado el llamado que nos hace Nuestra Señora, y que con el Santo Rosario venceremos y formaremos una legión de hombres, mujeres y niños orantes, orantes por nuestra conversión, por la paz, por nuestra familia, por nuestra Nicaragua, por una nueva Nicaragua”, dijo el obispo.
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Agregó: “oraremos también por los que no nos quieren. Así consolaremos el corazón de Cristo. Estamos unidos, hermanos, y aunque los líderes no lo estén, el campesinado sí lo está, y cuando llegue el momento, si así lo decidimos, todos nos expresaremos con nuestra voz, con nuestro derecho al voto en las urnas electorales marcando con el lapicero en la mano, sin perdernos ni confundirnos”.
“Es hora que se escuche en campos y ciudades que los campesinos, los de abajo, los que sudan la gota gorda todos los días, todas las mañanas, están unidos, en el campesinado, los de abajo no hay división, el campesino está unido, estamos unidos en nuestros principios que son principios inamovibles y que son principios innegociables. Los principios del campesinado unido no se negocian ni se mueven, están firmes en Cristo”, finalizó.
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