El obispo de la Diócesis de Matagalpa, monseñor Rolando José Álvarez Lagos, anunció la continuidad de la cuarentena y diversas medidas de prevención, incluyendo la suspensión de procesiones y actividades católicas masivas, ante la amenaza de la pandemia del covid-19, que ha provocado miles de muertos en el mundo.
Le puede interesar: “Piensen en la salud de sus trabajadores”
Al finalizar la solemne Misa de Resurrección, este domingo de pascua 12 de abril, en la catedral San Pedro Apóstol históricamente sin presencia de fieles, el obispo leyó un comunicado con una decena de orientaciones para toda su jurisdicción eclesiástica.
De hecho, todas las celebraciones litúrgicas de la Semana Santa fueron con los templos cerrados, sin la asistencia física de fieles.
Durante la Vigilia Pascual de Sábado Santo, en la Parroquia Jesús de la Divina Misericordia, en la ciudad de Sébaco, el sacerdote Uriel Vallejos colocó en las bancas unas velas con los apellidos de las familias de su feligresía, como una manera de representarlos espiritualmente.
Monseñor Álvarez ha sido un firme impulsor de las medidas de prevención. La Diócesis de Matagalpa, junto a un grupo de 15 médicos, propuso impulsar la creación de un call center y seis Centros de Prevención Médica para enfrentar la amenaza del Covid-19, pero, apenas unas horas después, el Ministerio de Salud prohibió esa iniciativa.
Esto fue lo que dijo monseñor Álvarez sobre la continuidad de la cuarentena en la Diócesis:
Antes de la bendición, quisiera dar lectura a un comunicado con el que he querido dirigirme a todos los fieles de nuestra bendita y amada diócesis de Matagalpa.
Dios no es Dios de muertos, sino de vivos, Marcos 12, 27
Alégrese el cielo, goce la tierra, Cristo a resucitado y todo vive por Él.
¡Santa Pascua de Resurrección!
La iglesia que peregrina en Matagalpa siempre solícita a las necesidades espirituales de sus fieles, y preocupada por su seguridad ante la pandemia del covid-19, se dirige al clero, religiosos, religiosas, laicos, y personas de buena voluntad, para reiterar las disposiciones dadas por el Consejo Presbiteral Diocesano en su comunicado del 20 de marzo del corriente:
- Las misas se continuarán celebrando sin la presencia física de los fieles hasta nuevo aviso. “Se invita a los fieles a que prefieran quedarse en casa, siguiendo las celebraciones litúrgicas, incluso dominicales a través de los medios de comunicación parroquiales y diocesanos” (comunicado 20-3-20, no.7). Esto también incluye las fiestas patronales (cf. Ídem no.11).
- Celébrese en todas nuestras parroquias, el segundo jueves de pascua, la santa misa en tiempo de pandemia, según orientación y normativas litúrgicas de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos del 30 de marzo del corriente. Los fieles acompañen esta plegaria por excelencia de la iglesia de acuerdo al horario establecido en cada parroquia y siempre a través de los medios de comunicación y redes sociales.
- Siguen suspendidas en todo el territorio diocesano las procesiones y peregrinaciones que no podrán realizarse bajo ningún punto de vista.
- Continúan suspendidas las celebraciones litúrgicas con motivo o intención especial. En cuanto a los difuntos, las exequias se celebrarán en las casas y con la presencia de la familia más cercana, a los que les hacemos el llamado a evitar la vela y que sea sólo la familia quién encomiende a la misericordia de Dios al hermano fallecido. “Porque el Señor vuestro Dios es clemente y misericordioso, y no apartará de vosotros su rostro” (2 Crónicas 30, 9b). “Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó, aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (Efesios 2, 4 – 5).
- A los coordinadores y delegados de la palabra, a quienes se les pidió garantizar las celebraciones dominicales con una presencia máxima de diez personas, ahora se les solicita que reduzcan a cinco el número de participantes, “el resto de los hermanos deberá permanecer en sus casas Unidos espiritualmente al momento de la celebración” (cf. ídem no.14)
- Nuestros templos seguirán abiertos como signo de una iglesia samaritana (cf. Comunicado CEN del 23 de febrero 2020). Solamente se cerrarán cuando haya Eucaristías en los horarios normados por los párrocos. Mas siempre estaremos abiertos a todo aquel que se sienta atormentado, enfermo o necesitado, dispuestos a ser un “hospital de campaña” donde llegan las personas heridas a buscar la cercanía de Dios, cómo nos recomendó el Papa Francisco en su discurso del 19 de septiembre del 2014.
- Las capillas de Adoración Perpetua permanecerán cerradas hasta nuevo aviso, tal como lo dispuso el clero diocesano en su reunión virtual extraordinaria del 2 de abril del corriente.
- Se recuerda que durante la estadía de la imagen de la Virgen de Fátima en nuestra Diócesis, la entrega y recibimiento entre las parroquias se hará de forma privada y sin la asistencia de los fieles y permaneciendo la sagrada imagen únicamente en el templo parroquial.
- Ante la situación que estamos viviendo les exhortamos a continuar siendo asiduos en la Caridad con el hermano. Donde haya una persona con necesidad esforcémonos en compartir el pan. A la vez, instamos a los fieles a seguir siendo generosos en la ayuda que bondadosamente ofrendan para las necesidades de sus parroquias, lo cual estamos seguros continuarán realizando. “En todo debe privar la caridad, por tanto hemos de estar sumamente atentos al hambriento y al sediento, porque tuve hambre y ustedes me dieron de comer, tuve sed y ustedes me dieron de beber, estaba de paso y me alojaron, desnudo y me vistieron, enfermo y me visitaron, preso y me vinieron a ver (Mateo 25, 35- 36 )
- Hacemos un llamado a los sectores sociales y económicos a cuidar la salud del pueblo de los trabajadores garantizándoles su salario y protegiéndoles de esta pandemia, porque la persona siempre estará sobre la economía.
Manifestamos una vez más nuestro fiel seguimiento a las disposiciones de la Conferencia Episcopal de Nicaragua, la cual nos ha recordado que “la agresividad de este virus no se encamina hoy más que nunca a convertirnos en Iglesia Doméstica” y “una auténtica piedad popular, verdadero tesoro de nuestra fe católica…, no debe ignorar el sentido común, la prudencia y el uso de la razón; exponerse al contagio y desafiar la pandemia, con una fe imprudente e irracional, o peor aún escuchando la voz del demonio que tienta como tentó a Jesús, nos obliga como pastores a acompañar las ovejas del rebaño del Señor, a quienes amamos y servimos (comunicado CEN del 23 de marzo del corriente).
Les invitamos a que “juntos seamos corresponsables y busquemos alternativas que nos permitan cuidar el don de la vida en estos tiempos de pandemia” (CEN del 16 de marzo del corriente en el numeral 3).
Que nuestra Madre Santísima bajo la advocación de Nuestra Señora de Fátima siga intercediendo por nosotros ante nuestro señor Jesucristo para que Él ilumine nuestras tinieblas con la claridad de su Resurrección.
Dado en la Curia Episcopal de Matagalpa a los 12 días del mes de abril del año 2020, en el Domingo de Pascua de Resurrección.
Con cariño de pastor,
Monseñor Rolando José Álvarez
Obispo de Matagalpa
Facebook Comments