
Tras recibir dos descargas eléctricas de alto voltaje las autoridades de la Institución de Máxima Seguridad Riverbend, en Nashville, Tennessee, declararon muerto a Leroy Hall Jr., un hombre blanco que había sido condenado a muerte por el brutal asesinato de su novia, a quien quemó viva en 1991.
Hall, de 53 años de edad recibió primero una descarga de 1,750 voltios durante 20 segundos, seguida por una pausa de 15 segundos y una segunda descarga de otros 1,750 voltios durante 15 segundos, antes de ser declarado muerto a las 7:26 de la noche del jueves.
Es el cuarto condenado que elige este método en este año en Tennessee. Ningún otro estado ha hecho uso de la silla eléctrica desde 2013.
Como ocurre en estos procedimiento, el estado le concedió al condenado elegir la cena previa a su ejecución que consistió en un sándwich de carne y queso conocido como «Philly cheestake», dos raciones de aros de cebolla, de postre una porción de pastel de queso y un refresco.
La noche del 16 de abril de 1991, Hall mató a su exnovia Traci Crozier al rociar con gasolina el automóvil con ella dentro y prenderle fuego. La mujer falleció en el hospital a causa de las quemaduras, que afectaron el 95% de su cuerpo.
Los médicos del Hospital Erlanger de Chattanooga que la atendieron dijeron que las quemaduras de Crozier eran las más graves que jamás habían tratado, de acuerdo con un artículo del diario local The Tennessean, citado por Efe.
Semanas antes del asesinato, Crozier había roto la relación con Hall después de cinco años de convivencia. En ese entonces tenían 24 y 22 años, respectivamente.
Al ser detenido, Hall confesó el crimen y dijo a los investigadores que le prendió fuego a Crozier porque ella no quiso retomar la relación y se burló de él.
La de Hall fue la tercera ejecución del año en Tennessee y la 21 en todo el país. Desde que la justicia de Estados Unidos restituyó la pena de muerte en 1976, 1,511 personas han sido ejecutadas, 12 de ellas en Tennessee.
Fuente: UNIVISION
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