El cadáver de un adolescente de 13 años, identificado preliminarmente como Joel Manzanares, fue encontrado en una zanja en una finca ubicada en la comunidad Yahoska del municipio de Rancho Grande, departamento de Matagalpa, donde la Policía continúa investigando las circunstancias en las cuales lo mataron.
Según reportes extraoficiales, el cuerpo del adolescente estaba semienterrado y presentaba golpes y heridas por arma blanca, principalmente en la región pectoral.
El hallazgo habría sido reportado este miércoles 16 de octubre en una finca a orillas del Río Tuma (en el lugar llamado Tumón), en los límites entre Rancho Grande y Matiguás.
Manzanares vivía en la misma comunidad, en la casa de un tío suyo que presuntamente usaba varias identidades, entre estas Pablo González, Pablo Manzanares y Jackson Manzanares.
La pareja de este, identificada como Darling Selena Ochoa González, de unos 20 años, fue quien habría reconocido el cadáver.
Tío y sobrino salieron a buscar empleo
Ochoa González dijo a los investigadores policiales que su esposo y el adolescente presuntamente salieron de la casa en la madrugada del miércoles 9 de octubre, supuestamente para buscar empleo como cortadores de café. Fue la última vez que ella los vio.
Diversas hipótesis han sido formuladas con las versiones de quienes fueron interrogados por la Policía, incluyendo la suposición de que el tío y el sobrino presuntamente robaban juntos.
Hace aproximadamente un mes, el adolescente habría sido descubierto mientras robaba en una pulpería en la zona de Kuskawás, pero “la misma gente de la comunidad lo agarró y la señora afectada es evangélica y dijo que, como no le había robado nada, que entonces no lo iba a denunciar y soltaron al chavalito”, relató una fuente a LA PRENSA.
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