Manchado en blanco amaneció este miércoles el mural alusivo a las protestas en la ciudad de Matagalpa que había sido pintado en la pared de una acera alta en la esquina conocida como Conapi, al límite entre los barrios El Cementerio y El Progreso, en la también llamada Perla del Septentrión.
De igual manera, diversas pintas con leyendas contra el régimen de Daniel Ortega y postes que los manifestantes habían pintado con los colores de la bandera nacional también fueron pintados, según algunos vecinos, por un grupo de hombres —entre quienes había varios usando cascos de motociclistas para cubrir el rostro— en el mismo sector que, entre mayo y julio del año pasado, los pobladores mantuvieron barricadas.
Jóvenes cubriéndose el rostro con pañoletas azul y blanco, algunos con lanzamorteros, una joven con una bandera nacional y un muchacho cubriéndose el rostro con una máscara de las usadas en la obra El Güegüense eran parte de los elementos que contenía el mural.
Además, una silueta femenina con el puño en alto y un perro con una pañoleta al cuello —el apodado “Firulais vandálico”—, así como una multitud marchando entre barricadas y de fondo el cerro Apante y la Cruz de la Paz, estaban también reflejados en el mural.
“Ya hasta estaba pensando que les había gustado y les daba lástima borrarlo”, bromeó desde el exilio el autor del mural, Eduardo Rodezno, indicando que también “pensé que quitando los tranques era lo primero que iban a borrar”.
Rodezno aseguró que “con todo el dolor del que son víctimas tantas personas, el vandalismo al mural es lo de menos (…) no es nada, en comparación con el resto de barbaries que han hecho y siguen haciendo. Censuran a grandes medios y grandes personajes, era obvio que ese modo de expresión también iba a ser un blanco”, señaló Rodezno, considerando que “el carácter histórico de esa esquina matagalpina no lo van a borrar pintando paredes en blanco”.
Protestas en la ciudad
En la ciudad de Matagalpa, pobladores autoconvocados comenzaron a protestar al anochecer del 18 de abril cuando realizaron un plantón oponiéndose a las reformas a la Seguridad Social —las que Ortega tuvo que derogar por la presión ciudadana— y mantuvieron protestas diarias que incluyeron plantones, vigilias y marchas a las que se sumaron universitarios.
Una marcha fue atacada por simpatizantes de Ortega el pasado 21 de abril y luego, el 11 de mayo, hubo un enfrentamiento a morterazos y pedradas en la salida suroeste de la ciudad, por lo que los universitarios establecieron algunas barricadas cerca del puente en ese sector.
Vecinos de barrios aledaños apoyaron a los manifestantes y en cuestión de horas, la mañana del 12 de mayo, habían establecido al menos 36 barricadas en 12 barrios al suroeste de la ciudad. Tres días después, la Policía y simpatizantes del gobierno volvieron a atacar, sin éxito, en su pretensión de despejar las vías.
La esquina de Conapi fue un punto emblemático y allí Rodezno comenzó a pintar el mural el 17 de mayo completándolo en fechas posteriores. Según explicó, entonces, representaba “la unión de la ciudadanía matagalpina ante la injusticia”.
Mientras tanto, el 25 de mayo, los manifestantes decidieron quitar los tranques y barricadas, para permitir el abastecimiento comercial en la ciudad. Reanudaron ese tipo de protestas el 28 del mismo mes, manteniéndose hasta en la madrugada del 8 de julio, cuando abandonaron ante la amenaza de más ataques de paramilitares y policías que más tarde aprovecharon para despejar las vías.
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