El obispo de la Diócesis de Matagalpa, monseñor Rolando José Álvarez Lagos, lamentó las muertes y detenciones arbitrarias provocadas por ataques de paramilitares y policías en distintos puntos del país, particularmente en los municipios de Matiguás, El Tuma-La Dalia y Matagalpa, de su jurisdicción eclesiástica y señaló al gobierno de criminalizar a Nicaragua.
Durante la homilía en la misa que presidió este domingo en la catedral San Pedro Apóstol en la ciudad de Matagalpa, el jerarca católico dejó claro que la iglesia siempre estará “al lado de los oprimidos” y señaló que Nicaragua enfrenta una “grave crisis de enlutamiento, de sangre, de vapuleos”, en la que “el pueblo sencillo, ante el desamparo que lo hace sentir indefenso, espera la cercanía del profeta, la cercanía de su iglesia”.
Monseñor Álvarez criticó a “personas inescrupulosas” que se prestan a recoger “listas de muerte” para “luego entregar y que esa gente enlistada en esas listas de muerte después sea encarcelada, enjuiciada…”.
Ante la feligresía que colmó la catedral, el obispo señaló que al gobierno de que “están ellos criminalizando a este país, están enjuiciando a este país, están aterrorizando a este país, (pero) todas las palabras, todas las acusaciones que ellos lanzan contra la población civil, son palabras y acusaciones que les ameritan a ellos y les caben a ellos”.
Monseñor Álvarez se refirió a la llamada “operación limpieza” que la Policía y los paramilitares han emprendido contra los tranques en el país, indicando que la Iglesia siempre estuvo de acuerdo en lograr el libre tránsito, pero “no aisladamente, sino dentro de un conjunto de medidas serias y responsables” que permitan al pueblo enrumbarse hacia una “auténtica democracia”, lo que incluye un proceso de elecciones anticipadas.
“Una auténtica democracia donde la voz del pueblo fuera escuchada y donde su voto fuera respetado”, dijo el obispo, mientras la feligresía aplaudía.
Sin embargo, señaló monseñor Álvarez, “ellos (gobierno) no quisieron ese camino, la arrogancia y la soberbia los ha cegado y entonces se han dedicado, como dicen, a limpiar las vías de tránsito; pero a precio de sangre y de muerte y luego ir casa por casa arrestando a la gente para enjuiciarla, calumniarla con acusaciones inverosímiles, acusaciones no solamente fuera de orden sino de sentido común y de toda lógica”.
El obispo de Matagalpa, quien es uno de los miembros de la Conferencia Episcopal de Nicaragua que sirven de mediadores y testigos en el diálogo nacional, también señaló que el gobierno los acusa de parcializarse. Sin embargo, recordó que obispos y sacerdotes han servido de mediadores para liberar a policías, militares y empleados públicos que habían sido retenidos por manifestantes en los tranques, incluyendo el caso de una inspectora policial liberada la noche de este sábado en Jinotepe, Carazo.
“Y miren cómo nos pagan, después nos acusan de parciales”, dijo el obispo, detallando además los casos de dos policías de civil liberados en el tranque de Río Blanco; un empleado público de un grupo que atacó la iglesia de Matiguás; tres militares en el tranque de Matagalpa; dos empleados de la Alcaldía de Sébaco liberados en Tipitapa; tres policías de El Jicaral, liberados en Sébaco, entre otros.
“¿Ya se les olvidó eso? ¡No! Es que no les importa eso, y ellos atacan y siguen atacando”, enfatizó el obispo, asegurando que, a pesar de eso, la iglesia “no nos vamos a cansar de seguir ayudando y vamos a seguir mediando y en la medida de nuestras posibilidades vamos a seguirle entregando a su gente sana y salva y veremos hasta cuándo ellos se van a cansar de seguirnos entregando a nosotros a la gente muerta y herida”.
“Nunca el mal ha vencido ni vencerá sobre el bien y Nicaragua no va a ser la excepción. Tarde o temprano, más temprano que tarde, el bien vencerá y reinará nuevamente en este país”, profetizó.
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