
Después de ocho días, parecen estar estancadas las averiguaciones policiales sobre la identidad y paradero de dos hombres que el 4 de marzo recién pasado mataron a Reyna Gioconda Molina Zamora e hirieron de gravedad a dos hijos, una nuera y un empleado de ella en la comunidad San Nicolás, al suroeste de la ciudad de Matagalpa.
Hasta ahora, las autoridades policiales en Matagalpa siguen sin brindar información sobre el caso por el que un habitante de San Nicolás, de aproximadamente 30 años, había sido retenido como sospechoso y estaba bajo investigación.
Molina Zamora murió a causa de disparos y cuchilladas en distintas partes; mientras que sus hijos María Marcela y Marco Aurelio Marenco Molina, así como la esposa de este, Zuleika Vanessa Otero Marín y Douglas Antonio Altamirano González, empleado de la propiedad Santa Gertrudis, de la familia Marenco Molina, sufrieron lesiones graves.
Otero ya fue dada de alta en el hospital escuela César Amador Molina de la ciudad de Matagalpa, donde Altamirano todavía sigue internado a causa de múltiples heridas de bala.
Por su parte, Marco Aurelio, en condición todavía delicada, y Marcela, fuera de peligro, están hospitalizados en Managua, confirmó un pariente de Altamirano y amigo de la familia Marenco Molina.
El domingo 4 de marzo, dos hombres, uno vestido como policía, llegaron a la propiedad Santa Gertrudis, en San Nicolás, diciendo que eran policías y que estaban averiguando un caso de abigeato.
Posteriormente, cerca de las 7:00 p.m., Molina Zamora ofreció a los supuestos policías que Altamirano los llevaría desde la finca hasta la carretera entre Sébaco y Matagalpa, sin embargo, cuando el empleado encendía un vehículo, los hombres dispararon contra la productora, a quien además asestaron varias estocadas con arma blanca.
Altamirano regresó a la casa, pero también le dispararon y herido huyó con dirección al río. Después atacaron a Marcela y finalmente a Marco y Zuleika, según los testimonios que los sobrevivientes dieron sus familiares y a la Policía.
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