Wilder y Ariel, ambos Rayo, el primero desde el montículo y el segundo con el madero, fueron protagonistas en el doble triunfo dominical de los Indígenas de Matagalpa que sacaron la escoba y barrieron la serie de cuatro juegos, en el derbi norteño a sus vecinos Brumas de Jinotega, con idénticos marcadores de 5x1, aunque el último partido se extendió a muerte súbita.
Asoma otro cambio en los Indígenas de Matagalpa que hace una semana se deshicieron intempestivamente del manager Ramiro Toruño y cuatro peloteros: ahora reinscribirán al jardinero Walter Castrillo, en sustitución del también patrullero Ariel Rayo.
Abrió el telón del X Campeonato Nacional de Beisbol y los Indígenas de Matagalpa debutaron con un triunfo de 6x4 sobre sus vecinos Brumas de Jinotega, la noche de este viernes 3 de marzo en el estadio Chale Solís de la Perla del Septentrión.
Ariel Rayo, aun recuperándose de la lesión que sufrió en el último juego de semifinales en la temporada anterior y Omar Herrera, por enfermedad, son las bajas más sensibles para los Indígenas de Matagalpa en el Campeonato Nacional de Beisbol que comenzará el 24 de febrero próximo.
Es un hecho que la familia del pelotero Ariel Adán Rayo tuvo que devolver, en Managua, el cheque por 18,000 córdobas que inicialmente directivos de los Indígenas de Matagalpa habían entregado al joven jardinero derecho cuando este se encontraba en el hospital de Matagalpa.
A través de la jornada “Unidos por Ariel”, los matagalpinos se sumaron a la iniciativa de un grupo de aficionados de los Indígenas de Matagalpa, para apoyar económicamente al pelotero Ariel Adán Rayo Dávila, jardinero derecho de la tribu norteña, quien tuvo que ser operado este sábado 15 de octubre por lesiones en el pie derecho.
Por su parte, aficionados de los Indígenas que administran páginas en las redes sociales, principalmente en Facebook, así como periodistas deportivos en Matagalpa, se reunieron este jueves 13 de octubre para concretar una campaña que denominaron “Unidos por Ariel”, encaminada a recaudar fondos y víveres para entregarlos al joven pelotero.
En un parpadeo, en un suspiro, en una jugada, barriéndose en la intermedia, buscando llegar quieto para mantener viva las esperanzas de su club contra el Bóer en las semifinales del “Pomares”, al jardinero derecho Ariel Rayo se le quebró el peroné del tobillo derecho, al tiempo que se hicieron trizas sus ilusiones, la sonrisa se convirtió en tristeza, los anhelos ahora son lamentos, su futuro es incierto y lo más duro es, sufrir el abandono de la directiva del equipo por el que dejó el cuerpo y alma en el terreno, los Indígenas de Matagalpa.