El sacerdote José Miguel Figueroa, expulsado de Nicaragua hace un año por el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo, se ha convertido en el primer párroco de la recién creada parroquia San Lucas Evangelista que comprende a los municipios de San Lucas y San Antonio de Flores en el departamento El Paraíso, Diócesis de Danlí, en Honduras.
La toma de posesión del padre Figueroa como párroco de San Lucas Evangelista fue este sábado 4 de enero en una misa presidida por monseñor José Antonio Canales Motiño, obispo de Danlí, Diócesis que ha acogido a otros sacerdotes nicaragüenses expulsados y desterrados por el régimen nicaragüense.
La Diócesis de Danlí fue erigida el 2 de enero de 2017 con la bula Insita humanae del papa Francisco, y monseñor Canales es su primer obispo. Asimismo, la de San Lucas Evangelista es la primera parroquia que erige el obispo en sus ocho años de episcopado. El decreto lo hizo el 7 de diciembre de 2024 recién pasado.
El padre Figueroa pertenece a la comunidad de Misioneros Consagrados del Santísimo Salvador y hasta enero de 2024 era el párroco de la parroquia Nuestra Señora de los Desamparados “El Calvario”, en el Viejo, Chinandega, jurisdicción eclesiástica de la Diócesis de León en Nicaragua.
Junto al padre Ezequiel Buenfil, superior de los Misioneros Consagrados del Santísimo Salvador, rector del Convento San Juan Neumann, así como el padre David Pérez, habrían sido detenidos y luego fueron expulsados de Nicaragua en enero de 2024.
Otros nombramientos
En comunicados emitidos el 2 de enero reciente, el obispo Canales también nombró al sacerdote Jaime Iván Montesinos Sauceda como párroco de la Parroquia San Isidro Labrador, que comprende al municipio de Güinope en el departamento El Paraíso, Honduras.
El padre Montesinos, párroco de la Parroquia San Juan Pablo II en la Villa Chagüitillo, Sébaco, de la Diócesis de Matagalpa, fue apresado en mayo de 2023 y desterrado y enviado a Roma el 18 de octubre del mismo año.
Monseñor Canales también designó al padre Fernando Isaías Calero Rodríguez como vicario parroquial en la Parroquia Santa María de Suyapa para un sector del Valle de Jamastrán, en el municipio de Danlí.
El padre Calero, párroco de la Parroquia Nuestra Señora de Fátima en el municipio de Rancho Grande, de la Diócesis de Matagalpa, fue detenido por la Policía en diciembre de 2023 y desterrado el 13 de enero de 2024, junto a monseñor Rolando José Álvarez Lagos y monseñor Isidoro del Carmen Mora Ortega, obispos de Matagalpa y Siuna, respectivamente.
Entre los nombramientos de monseñor Canales destaca también el sacerdote de origen colombiano Yeider Julián Garay Pacheco, como vicario parroquial de la Cuasi Parroquia Nuestra Señora del Carmen en el sector de Jutiapa, municipio de Danlí.
El padre Garay fue vicario parroquial en la Parroquia San Sebastián de Yalí, en el municipio del mismo nombre, y luego en la Parroquia Nuestra Señora de los Dolores en Santa María de Pantasma, ambas en la Diócesis de Jinotega y en las dos el párroco era el sacerdote José Gustavo Sandino Ochoa, este último desterrado el 13 de enero de 2024.
El padre Sandino, quien ahora se encuentra en Costa Rica, había sido detenido en diciembre de 2023. Antes, el padre Garay había salido del país y, según el periodista Denis Alaniz, de Panorama Católica, el sacerdote Garay habría dicho que su salida nada tuvo que ver con la persecución del régimen Ortega Murillo a la Iglesia.
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