Justiniano Ramos Fernández, de 43 años, admitió los cargos y fue declarado culpable del delito de Intimidación o amenaza contra la mujer, en perjuicio de su madre Juana Felícita Fernández, de 86 años, por lo que ahora aguarda por la sentencia que dictará el titular del Juzgado Segundo de Distrito Penal Especializado en Violencia de Género en Matagalpa, William Mariano Montalván Avendaño.
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Fernández murió cuando su hijo presuntamente la perseguía atacándola a pedradas, en la madrugada del 18 de febrero recién pasado en la comunidad El Ocotal, a unos 10 kilómetros al suroeste de la ciudad de Matagalpa; sin embargo, un dictamen de la forense Heisel Sandoval Gutiérrez, determinó que la causa de muerte fue un infarto, por lo que la Fiscalía descartó acusar por parricidio.
Freddy Rizo, defensor de Ramos, señaló que, al comenzar el juicio, este viernes 13 de marzo, Ramos admitió los cargos que le imputó la Fiscalía por Intimidación o amenaza contra la mujer y el juez Montalván lo declaró culpable, procediendo de inmediato al debate de pena.
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El juez Montalván programó para el 19 de marzo próximo la audiencia para la notificación de la sentencia contra Ramos.
Otros cargos
Además de esa causa, Ramos enfrenta otra acusación por la falta penal de asedio en perjuicio de María Juana López. Esa causa está siendo tramitada en el Juzgado Segundo Local Penal de Matagalpa, a cargo del juez Raúl Acevedo.
En ambas acusaciones, el relato de los hechos es coincidente con la versión de un familiar de Fernández sobre cómo habría ocurrido la muerte de esta última, cuando quería huir presuntamente de su hijo ebrio.
“Ante Dios y ante la patria que no (cometí parricidio). El que lo hizo está libre”, aseguró Ramos el día que la Policía lo llevó al Complejo Judicial de Matagalpa.
Pobladores de la comunidad El Ocotal sostuvieron que Ramos se había vuelto agresivo con su mamá, por lo que esta, temerosa, buscaba refugio donde sus vecinos.
Cerca de las 7:30 p.m. del 17 de febrero, María Juana López estaba con sus dos hijas de 20 y 13 años en su casa, a unos 500 metros al sur de la escuela de El Ocotal, adonde llegó la anciana llorando y contándole que Ramos anda ebrio y que tenía miedo de que la siguiera, señala una de las acusaciones de la Fiscalía.
Relato
López dio posada a Fernández. Pero, a las 11:00 p.m., Ramos llegó, lanzó piedras al techo de la casa, empujó la puerta delantera pretendiendo entrar y luego siguió tirando piedras, al tiempo que gritaba y ofendía a López.
Santiago Ocampo Herrera, un vecino de las mujeres, llegó a defenderlas y Ramos se fue del sitio, relata la acusación por asedio.
Pero, según una fuente vinculada con las indagaciones, la anciana Fernández estaba asustada y presuntamente salió corriendo por la puerta trasera de la casa de López, tropezó con un alambre de púas y cayó. La sangre encontrada en el sitio habría sido por la herida provocada por el alambre. Esas circunstancias habrían desencadenado el infarto.
Cuando se percataron que Fernández no estaba, López y sus hijas salieron a buscarla, pero la encontraron entre la 1:00 a.m. y las 2:00 a.m. en un cafetal, ya fallecida. Ramos se había ido a dormir.
La Policía llegó horas después para investigar. Los agentes hallaron al hombre dormido y lo detuvieron, trasladándolo a la unidad policial de Matagalpa.
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