Desde Roma, donde reside y estudia tras haber sido expulsado de Nicaragua por el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo, el padre Sadiel Antonio Eugarrios Cano compartió su testimonio con Radio Francia Internacional (RFI), rememorando su encarcelamiento, las torturas que sufrió en El Chipote y su fe en que el próximo Papa pondrá los ojos sobre el país centroamericano.
“Cuando el avión despegaba y vi la capital, sabía que dejaba un pedacito de mi corazón ahí”, recordó el sacerdote, originario de la Diócesis de Matagalpa.
En febrero de 2023, el padre Sadiel fue uno de los más de 200 presos políticos que fueron desterrados a Estados Unidos, y luego privados de su nacionalidad por el régimen. Desde hace dos años, reside en Roma, donde continúa su labor pastoral como capellán en un hospital.
En entrevista con el periodista Manu Terradillos, durante la celebración del Cónclave en el Vaticano y publicada este 10 de mayo, el padre Sadiel describió como “una bendición” poder presenciar un evento eclesial de esa magnitud, a diferencia de otras ocasiones en que solo lo veía desde Nicaragua por televisión.
Sin embargo, no puede evitar recordar el dolor que implica haber sido forzado al exilio. “Siento y tengo la fe en el Señor de que vamos a regresar a nuestra patria. Vamos a regresar con nuestra familia. Vamos a regresar con nuestro pueblo”, afirmó con convicción.
Durante su reclusión en la cárcel de máxima seguridad El Chipote, donde también estuvieron otros sacerdotes, el padre Sadiel fue víctima de torturas psicológicas. A pesar de ello, afirma que la fe fue su refugio: “Rezábamos el rosario, aunque muchas veces nos callaban. Solicitamos la Biblia y nunca nos la dieron. Pero nos sabíamos las oraciones de memoria”.
El sacerdote también relató cómo algunos policías les expresaban que no merecían estar presos, y considera su liberación un milagro concedido por la oración del pueblo. “La fuerza era de todo el pueblo que estaba fuera orando… le sacaron el milagro al Señor”, insistió.
Sobre la situación actual en Nicaragua, expresó su preocupación por el “declive” del Estado de derecho y las constantes violaciones a la Constitución. “Todos los nicaragüenses necesitamos cambiar muchas cosas en nuestro caminar como ciudadanos, para no repetir las mismas historias”, reflexionó.
Con respecto al nuevo pontífice que sería elegido tras la muerte del Papa Francisco, el padre Sadiel dijo:
“Hace un par de horas he ofrecido la Santa Eucaristía, principalmente por el próximo Papa. He pedido al Señor para que nos dé un Papa, en primer lugar, de fe, un hombre de fe, porque la fe lo encierra todo, porque somos hombres de fe. El nicaragüense tiene tres amores que nadie se los puede quitar: a Jesús sacramentado, a la Virgen Santísima y al Papa. El Papa en Nicaragua, el que sea, tiene ese pueblo que lo ama y el amor tiene que ser recíproco. El Papa Francisco siempre estuvo pensando en Nicaragua y me atrevería a decirte que hace poco que falleció el Papa Francisco y se fue con el dolor que vio, el dolor y el sufrimiento de Nicaragua, de Ucrania, de todos estos países que están en guerra ahora. El Papa se fue con ese dolor.
Suscríbase a nuestro Canal de YouTube
Me gustaría que sea un hombre de diálogo, que abra el diálogo como lo hizo el Papa Francisco. Yo lo que te podría decir al final es que el próximo Papa no apartará su mirada de Nicaragua y vas a ver más adelante, como con el paso del tiempo te vas a dar cuenta de que el próximo Papa va a poner sus ojos en Nicaragua.”
Para Latinoamérica, el sacerdote pidió que el nuevo Papa trabaje con base en las líneas marcadas en Aparecida:
“El pueblo latinoamericano es un pueblo de fe, de amor y de justicia.”
Finalmente, el padre Sadiel insistió en que cada nicaragüense en el exilio representa una esperanza:
“Donde esté cada nicaragüense en cualquier parte del mundo, ahí hay una esperanza, y todos anhelamos estar en nuestro país.”
Facebook Comments