El secretario de Estado de los Estados Unidos, Marco Rubio, anunció este 18 de abril la imposición de nuevas restricciones de visa contra más de 250 funcionarios del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo, como parte de una serie de medidas para sancionar a quienes han participado en la represión sistemática contra el pueblo nicaragüense.
Con esta nueva ronda, Estados Unidos ha restringido el ingreso al país a más de 2,000 personas vinculadas al régimen desde 2018, bajo el argumento de que han privado a la ciudadanía de sus libertades fundamentales y forzado al exilio a miles de personas.
“A siete años de la brutal ola de represión del régimen de Ortega y Murillo contra manifestantes, reflexionamos sobre su valentía y deseos de vivir en una Nicaragua libre de tiranía”, expresó Rubio en su declaración.
Agregó: “Los Estados Unidos no toleraremos los sistemáticos ataques de Ortega y Murillo contra Nicaragua”.
Las restricciones fueron impuestas conforme a la Proclamación Presidencial 10309, firmada en noviembre de 2021, que suspende la entrada a Estados Unidos de migrantes y no migrantes que formen parte del Gobierno de Nicaragua o que hayan contribuido a la erosión de la democracia y al abuso de los derechos humanos.
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Esta proclama se ha convertido en una herramienta clave de la política exterior estadounidense para denunciar regímenes autoritarios y presionar por cambios democráticos sin recurrir a intervenciones militares o sanciones económicas más amplias.
Las medidas buscan también enviar un mensaje de respaldo a las víctimas de represión y a los actores democráticos dentro y fuera del país.
Esta nueva acción se suma a otras medidas diplomáticas, económicas y legales adoptadas por el gobierno estadounidense desde el inicio de la crisis sociopolítica en Nicaragua en abril de 2018.
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