El obispo de Matagalpa, monseñor Rolando José Álvarez Lagos, exhortó al pueblo de Nicaragua a encontrar en el sufrimiento una oportunidad para la transformación y construir una nación reconciliada y justa, destacando que el sufrimiento puede ser “un camino de resurrección».
Monseñor Álvarez ha sido víctima del feroz ataque del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo contra la Iglesia en Nicaragua. Encarcelado y sentenciado sin juicio a 26 años y 4 meses de prisión, antes de ser desterrado y enviado a Roma el 13 de enero de 2024, el también administrador apostólico de la Diócesis de Estelí, valora el sufrimiento como una oportunidad.
El dolor sufrido, estima el jerarca católico, “pienso que es un llamado de Dios a vivir el dolor como un camino de resurrección. El sufrimiento nos hace madurar como persona, como cristianos y como iglesia, y en Nicaragua, seguramente como pueblo”.
Las declaraciones del obispo de Matagalpa surgieron en una entrevista que concedió a María Lozano, del programa de podcast llamado “Donde Dios Llora”, de la organización Ayuda a la Iglesia Necesitada (ANC, por sus siglas en inglés).
En el programa publicado este 22 de enero, monseñor Álvarez apuntó que “estoy convencido que estamos viviendo un momento crucial para poder sentar las bases y los fundamentos de un futuro y un porvenir que sea realmente prometedor para las nuevas generaciones. Nosotros actualmente tenemos la responsabilidad de heredar a esas nuevas generaciones un país en paz, en justicia, en democracia institucionalizada, en estabilidad, en progreso y por supuesto con una opción preferencial por los pobres”.
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El obispo de Matagalpa destacó que la transformación de Nicaragua debe fundamentarse en el perdón y la justicia, sin embargo, valoró que el perdón es “un proceso lento y laborioso”, que requiere humildad y disposición para reconocer errores propios antes de esperar lo mismo de los demás.
“Se tiene que empezar por casa, cada uno, cada sector social, político, económico, religioso, tenemos que dar el primer paso de pedir perdón por los errores cometidos y por supuesto perdonar a aquellos que nos han dañado”, dijo el obispo de Matagalpa.
Monseñor Álvarez también destacó la importancia de abandonar los liderazgos tradicionales y dar paso a nuevas generaciones con mística y ética, capaces de conducir al país hacia una democracia verdadera y que entiendan el valor de la dignidad humana.
Afirmó también que la Doctrina Social de la Iglesia es una herramienta esencial para empoderar a los ciudadanos y promover una participación activa en la vida política y social.
El obispo de Matagalpa reiteró su mensaje de esperanza activa, invitando a los nicaragüenses a no esperar soluciones externas, sino a construir un futuro con justicia, unidad y paz.
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