En su tradicional bendición “Urbi et Orbi” de este 25 de diciembre, el Papa Francisco ofreció un llamado urgente a la paz, la reconciliación y la justicia en varias regiones del mundo, incluyendo a Nicaragua, instando a trabajar en la superación de divisiones políticas y a redescubrir la dignidad de cada persona.
“Que el Niño Jesús inspire a las autoridades políticas y a todas las personas de buena voluntad del continente americano, con el fin de encontrar lo antes posible soluciones eficaces en la verdad y la justicia, para promover la armonía social, en particular pienso en Haití, Venezuela, Colombia y Nicaragua”, dijo el Papa en el mensaje desde el balcón central de la Basílica de San Pedro.
El Papa Francisco incluyó a Nicaragua entre los países que necesitan un compromiso renovado para construir el bien común, mientras en el país la Iglesia católica ha enfrentado restricciones, persecuciones y hostigamientos de todo tipo por parte del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo.
Asimismo, el Papa destacó la importancia del Jubileo, inaugurado este 24 de diciembre, como un tiempo para derribar muros, tanto ideológicos como materiales, y para fomentar el diálogo y la reconciliación.
Jesús “es la Puerta abierta de par en par; que estamos invitados a pasar para redescubrir el sentido de nuestra existencia y la sacralidad de cada vida —cada vida es sagrada—, y para recuperar los valores fundamentales de la familia humana”, añadió el Pontífice.
Bendicion-Urbi-et-orbi-25-diciembre-2024La Iglesia en Nicaragua: resiliencia y fe
El Papa Francisco, quien en otras ocasiones ha condenado la persecución religiosa y la represión en Nicaragua, destacó en su mensaje la importancia de redescubrir la dignidad de cada persona y fomentar una convivencia pacífica basada en la justicia y la verdad.
Bajo el régimen Ortega Murillo, la Iglesia católica en Nicaragua ha sido objeto de detenciones arbitrarias, limitaciones para celebrar procesiones y actividades pastorales, entre otros ataques que han provocado el exilio de miles de nicaragüenses, incluyendo religiosos, y el cierre de organizaciones de la sociedad civil.
Sin embargo, el Papa reafirmó su apoyo a quienes enfrentan adversidades, destacando que Dios “espera a cuantos son perseguidos por su fe”.
En este mes de diciembre, el Papa Francisco se ha referido tres veces a Nicaragua, incluyendo la bendición “Urbe et orbi”.
El 2 de diciembre envió una carta pastoral en la que expresó su cercanía con el pueblo nicaragüense, en ocasión de las solemnidades de la Inmaculada Concepción de María, patrona de Nicaragua.
Luego, el 8 de diciembre, tras el rezo mariano del Ángelus, el Papa renovó esa cercanía invitando a rezar por la Iglesia y el pueblo nicaragüense, destacando el papel de la Virgen como símbolo de esperanza y unidad.
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