En un gesto cargado de simbolismo y emoción, monseñor Rolando José Álvarez Lagos, obispo de la Diócesis de Matagalpa y Administrador Apostólico de Estelí, colocó su cruz pectoral en la imagen de Nuestra Señora de los Dolores durante la misa que celebró este 18 de diciembre en la parroquia Nuestra Señora de las Huertas, en Puebla de los Infantes, Sevilla, España.
El acto de devoción de monseñor Álvarez marca la conmemoración del Primer Centenario de la Diócesis de Matagalpa, que se cumple este 19 de diciembre.
La celebración litúrgica, dedicada a Nuestra Señora de la Expectación, inició al mediodía, hora de España (5:00 a. m. en Nicaragua), y es la primera transmitida públicamente desde que el obispo, un ícono de la defensa de los derechos humanos en Nicaragua, fue desterrado por el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo.
Monseñor Álvarez fue desterrado y enviado a Roma en enero de este año, tras haber sido encarcelado por una condena sin juicio de 26 años y 4 meses de prisión.
Durante una breve homilía, el obispo de Matagalpa expresó su gratitud y recordó a los fieles de Matagalpa:
“Amadísimos hermanos y hermanas, como un signo de agradecimiento a la Virgen Santísima por estos 100 años de fundación canónica de mi bendita y amada diócesis de Matagalpa, yo quiero hacer este gesto de amor dejándole a la Virgen Dolorosa mi pectoral, y quisiera que este gesto pudieran contemplarlo todos mis fieles de Matagalpa, del campo y la ciudad, diciéndoles que desde Puebla de los Infantes estoy orando por ellos y estoy haciendo este gesto de amor por ellos, por el Señor, por la Iglesia, por la Virgen Santísima”.
El pectoral, símbolo del oficio episcopal, fue colocado en las manos de la imagen como muestra de gratitud y como expresión de su conexión espiritual con los fieles de Matagalpa.
El padre Erick Mauricio Díaz Fernández, párroco de la Parroquia San José Obrero en El Tuma-La Dalia, Matagalpa, forzado a exiliarse en agosto de 2022, fue uno de los concelebrantes de la misa y resaltó la importancia del gesto del obispo de ofrecer el pectoral a la Virgen.
“Este signo representa la oración del pastor que acompaña a este pueblo que le ama, que ora y que está presente en ustedes, porque somos la Iglesia de Cristo, somos Iglesia universal”, dijo el padre Erick.
Antes, Jose Manuel Romero Zalamero, de la Hermandad de la Santa Vera+Cruz, se dirigió al obispo Álvarez: “Monseñor Rolando, aquí tiene su casa. Gracias por su ejemplo de fe y fidelidad al Evangelio y a la Iglesia. Cuente siempre con nuestro apoyo y oración. Apoyaremos y ayudaremos a sus sacerdotes y seminaristas aquí en nuestra diócesis”.
El centenario de la Diócesis de Matagalpa, creada el 19 de diciembre de 1924 por el Papa Pío XII, fue evocado durante la celebración. Desde el exilio, el obispo Álvarez reafirmó su compromiso con su diócesis y pidió a los presentes continuar orando “por nuestra amada Nicaragua”.
Al final de la misa, monseñor Álvarez agradeció al obispo de Sevilla, monseñor José Ángel Sáiz Meneses, “por su generosidad al abrir las puertas de su diócesis, de su corazón y el de sus sacerdotes, y de recibirme a mis sacerdotes y a mis seminaristas. Sigan orando por mí y por nuestra amada Nicaragua”.
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