El obispo auxiliar de Managua, monseñor Silvio José Báez, exiliado desde 2019, ofreció un contundente mensaje de fe y de denuncia contra el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo, al que calificó como una “dictadura criminal”, durante una misa que presidió en la Iglesia Santa Brígida, de la Diócesis de Brooklyn en Nueva York, Estados Unidos, la noche del 7 de diciembre, fecha de la tradicional Gritería en Nicaragua, en la víspera de la Solemnidad de la Inmaculada Concepción de María.
Monseñor Báez rompió meses de silencio para reflexionar sobre la situación de persecución contra la Iglesia en Nicaragua, pero también sobre el profundo amor de los nicaragüenses por la Virgen María.
Al final de su homilía, el obispo auxiliar de Managua, que en 2019 denunció planes para asesinarlo, compartió palabras cargadas de nostalgia, esperanza y denuncia. “Yo vengo de un pueblo en donde el amor a la Inmaculada Concepción es infinitamente grande: el pueblo de Nicaragua. Supongo que aquí hay varios nicaragüenses y saben lo importante que para nosotros es la noche del 7 de diciembre, una fiesta que llamamos la Gritería, muy antigua. Viene de hace muchos siglos, en donde el pueblo sale a cantarle a la Madre de Dios a las calles. Y Nicaragua se llena de luz y de alegría”.
“Y hoy yo con ustedes con nostalgia, pero también con esperanza, recuerdo a mi pueblo en esta noche de la Gritería porque, como ustedes sabrán, este pueblo que ama tanto a la Virgen está pasando momentos terribles, de opresión, de persecución, de injusticia de un poder totalitario y cruel que ha quitado todas las libertades a la población y ha convertido el país en una gran cárcel. Una dictadura criminal que persigue a la Iglesia, expulsa del país a sacerdotes y obispos, encarcela a quien no piensa como ellos, y ha hecho que el pueblo viva con temor, con el miedo de ir a la cárcel, de ser espiado”, continuó el prelado.
Suscríbase a nuestro Canal de YouTube
Señaló que “Nicaragua se ha vuelto un país muy triste, sin embargo, no han podido apagar la alegría que viene del amor a la Virgen, y todavía aún en medio de la situación que vivimos, el pueblo sigue gritando esta noche: “¿Quién causa tanta alegría? ¡La Concepción de María!”.
El obispo también exhortó a los asistentes a rezar por Nicaragua y recordó que la devoción a la Virgen María representa una fuente de fortaleza espiritual para los nicaragüenses: «Que la belleza de María, La Purísima, la toda hermosa, encienda en todos nosotros al inicio de este Adviento el deseo del bien y el deseo de Dios. A ella confiadamente podemos dirigirle siempre las palabras que cantamos en la Salve: Muéstranos a Jesús fruto bendito de tu vientre, o Clemente, o Piadosa, o Dulce Virgen María. ¿Quién causa tanta alegría?»
Facebook Comments