Monseñor Rolando José Álvarez Lagos cumple 58 años este 27 de noviembre. El obispo de Matagalpa y administrador apostólico de Estelí sigue siendo una figura emblemática de resistencia en Nicaragua, según la abogada e investigadora Martha Patricia Molina.
En un análisis publicado en su cuenta de X (antes Twitter), Molina destacó que la influencia de Álvarez persiste a pesar de su destierro en Roma.
Molina recordó que Monseñor Álvarez encarnó el llamado del Papa Francisco durante la Jornada Mundial de la Juventud de 2013, cuando instó a los líderes de la Iglesia a «hacer lío» saliendo a las calles y resistiendo la mundanidad y el clericalismo.
Monseñor Álvarez siempre llevó el Evangelio más allá de los templos, visitando comunidades rurales, hospitales, colegios y hasta autobuses, escribió Molina en su publicación.
El obispo, agregó la investigadora, abandonó “la comodidad de los púlpitos” para alzar su voz contra las injusticias del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo. Hoy, su sede episcopal permanece confiscada por las fuerzas policiales, un reflejo de la represión contra la Iglesia Católica en Nicaragua.
El 19 de agosto de 2022, Monseñor Álvarez fue detenido por la policía, tras 15 días sitiado en la curia episcopal de Matagalpa junto a otros religiosos y laicos. Fue presentado ante los tribunales de Managua 117 días después, acusado de “menoscabo a la integridad nacional” y “ciberdelitos”.
Molina destacó que, incluso desde el cautiverio, Álvarez «continuó haciendo lío». Recordó también las declaraciones de Ortega en cadena nacional, en la que lo calificó de “desquiciado” y “soberbio”.
Después de más de 500 días en prisión, el obispo fue despojado de su nacionalidad y desterrado a Roma el 14 de enero de 2024. Según Molina, aunque le arrebataron la presencia física de su pastor al pueblo, “las bases de su ministerio profético continúan haciendo eco en cada rincón de la diócesis”.
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En su análisis, Molina destacó que el silencio de Álvarez desde el exilio ha resultado incómodo para el régimen. “Hablando o callando, Álvarez sigue haciendo lío”, afirmó, citando las enseñanzas del obispo: «Aquí no hay tiempo para falsas neutralidades. El que se queda neutral, ya opinó; el que no opina, ya decidió».
Molina también denunció que las autoridades nicaragüenses han intensificado la persecución contra la Iglesia Católica. Según su publicación, la Policía Nacional ha intimidado a sacerdotes y laicos, exigiéndoles no mencionar en las misas los nombres de Monseñor Álvarez ni del obispo auxiliar de Managua, monseñor Silvio Báez, exiliado en Miami.
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