Athiany Larios, activista nicaragüense, ha dedicado años a la defensa de los derechos de la diversidad sexual en Nicaragua y ahora, desde el exilio en Costa Rica, continúa su labor en medio de nuevos desafíos que reflejan la situación de la comunidad LGBTIQ+ en Centroamérica.
Recuerda cómo comenzó su activismo en Nicaragua: «De niña siempre vi el tema de la comunidad LGBTQ+ como una batalla inalcanzable». Su experiencia de discriminación laboral la impulsó a involucrarse más profundamente en esta lucha: «»Yo vivo la discriminación en vivo, porque a mí me corren del trabajo cuando se dieron cuenta que a mí me gustaban los hombres».
Uno de los mayores retos que enfrentó en su activismo, recuerda Larios, fue «posicionarme con los recursos para poder hacer acciones, porque sin recursos no puedes hacer fácilmente acciones por muy pequeño o grande que sea».
También destaca la resistencia social: «Uno de los desafíos sobre todo que he enfrentado y, sigo enfrentando es la resistencia de la convivencia y el respeto de lo diferente».
Actualmente exiliada en Costa Rica debido a la situación política en Nicaragua, Larios enfrenta nuevos retos: «Como me tocó emigrar por cuestiones de exilio, a raíz de la situación en Nicaragua con la dictadura, estoy bastante, digamos, alejada de las organizaciones».
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A pesar de las dificultades, continúa su activismo de formas alternativas: «Sigo siendo activista, porque ahí sigo posteando, haciendo debate, diálogos en las redes sociales, en el Facebook para compartir, ver las cosas o la vida desde otra óptica».
Larios resalta la importancia de la educación continua sobre temas LGBTIQ+ comenzando desde la infancia, así como en la necesidad de adaptarse a un nuevo contexto legal y social en Costa Rica.
De acuerdo con Larios, para los migrantes LGBTIQ+ en Costa Rica, la adaptación a un sistema legal diferente es otro reto, porque el marco jurídico en Costa Rica no es el mismo que en Nicaragua, y adaptarse a estas diferencias requiere tiempo y educación.
Además, menciona la xenofobia como un obstáculo adicional y señala la necesidad de educar a la población costarricense sobre la realidad de los migrantes: «Enseñar y decir yo no vine a quitarte nada. Yo vine a asumir lo que vos dejaste ya».
Larios destaca el papel crucial de las organizaciones de acogida para los exiliados, al señalar que » te ayudan de cierta manera a entender a analizar el tema del contexto, como dije jurídico del país propio como estabilizarse en el sistema migratorio».
Sin embargo, considera que aún hay áreas de mejora, especialmente en cuanto a la sensibilización de la población.
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