Rechazo a sacerdote que niega persecución religiosa en Nicaragua

Figuras religiosas, especialistas y hasta un hermano critican las declaraciones de Rafael Ríos Gadea en un acto del régimen Ortega-Murillo en el que además proclamó la “muerte y resurrección” de Benjamín Zeledón

Mosaico CSI
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El pasado 4 de octubre, el sacerdote jinotegano Rafael Ríos Gadea fue invitado a realizar la «Invocación al Altísimo» durante un acto oficial del régimen Ortega-Murillo para conmemorar el 145 aniversario del natalicio y 112 aniversario del fallecimiento de Benjamín Zeledón.

Sin embargo, el clérigo sorprendió a todos al afirmar que en Nicaragua “no hay persecución religiosa” y al elevar el homenaje a un nivel casi bíblico, proclamando la “muerte y resurrección” de Zeledón.

«En este día memorable en que recordamos el 147 y 112 de la muerte y resurrección de nuestro héroe nacional Francisco Benjamín Zeledón», proclamó Ríos, fusionando erróneamente los aniversarios.

Ríos es párroco de la parroquia San Maximiliano María Kolbe en el barrio Linda Vista de la ciudad de Jinotega, pero viajó hasta el municipio de La Concordia para estar en el acto y su discurso del suscitó muchas reacciones dentro y fuera del país.

Una de estas reacciones fue de su hermano Félix Ríos Gadea, quien afirmó a través de sus redes sociales que, “de que hay persecución a la Iglesia Católica en Nicaragua, no hay forma de objetar”.

Hermano de Ríos Gadea

“Recordando al Padre Salamero, en el Seminario Nacional de Nicaragua: No todo acto de hombre es un acto humano. Negar la realidad del dolor por las tantas agresiones a la dignidad de los compatriotas, es solo solo un acto de hombre, por lo inhumano y por lo anticristiano”, mencionó en otra de sus publicaciones.

Hermano de sacerdote

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El sacerdote Rafael Ríos Gadea, de 54 años, negó la persecución que sufre la Iglesia Católica en Nicaragua a pesar de la expulsión, exilio e impedimento de entrada al país de 222 religiosos, incluyendo 91 monjas, según el último informe del Colectivo de Derechos Humanos Nicaragua Nunca Más.

“Con todo el respeto lo que voy a decir: Quitémonos de la mente lo que muchos dicen, que en Nicaragua hay persecución religiosa. La persecución religiosa se da cuando es por odio a la fe y se persigue a todo el que es llamado hijo de Dios”, dijo el sacerdote.

“Cuando se delinque y se comete un delito, paga el que comete el delito, pero no es (toda) la Iglesia (Católica), todos somos Iglesia”, aludió.

Pero, su hermano replicó en redes sociales: «Hay que preguntarle al presbítero, desde su «ética»: ¿cuál es su definición de los «delitos» de sus hermanos sacerdotes?

Hermano de clérigo

Félix Ríos Gadea en otra publicación en Facebook afirma que “la persecución religiosa es el maltrato u hostilidad sistemática que sufre un grupo o una persona por sus creencias religiosas y puede manifestarse de diversas formas, como: Presión: Que incluye la exclusión, los insultos, los malos tratos, la pérdida del trabajo, la expulsión del hogar y de la familia. Violencia: Que incluye la agresión física y sexual, la destrucción de iglesias, hogares y negocios de cristianos, el ataque, el arresto, el secuestro, la tortura, el arresto domiciliario, entre otros”.

Persecución religiosa

De igual manera, respondió que el concepto de paz dentro de la doctrina de la Iglesia Católica no es la mera ausencia de la guerra, ni se reduce al solo equilibrio de las fuerzas adversarias, ni surge de una hegemonía despótica, sino que con toda exactitud y propiedad se llama obra de la justicia… Así, la paz es también fruto del amor, el cual sobrepasa todo lo que la justicia puede realizar.

Al respecto, el VI Boletín sobre la Situación de la Libertad Religiosa del Colectivo Nicaragua Nunca Más señala que un total de 419 organizaciones cristianas han sido canceladas por el régimen, incluyendo a 22 medios de comunicación religiosos. También destaca que 51 sacerdotes católicos han sido desterrados “sin juicio” y otros 22 pastores evangélicos se encuentran en el exilio, otros 3 fueron impedidos de entrar al país.

Mientras la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) mencionó en su Informe Anual 2023 que en el país persisten hechos de hostigamiento, asedio, intimidación, seguimiento, vigilancia e incluso agresiones físicas en contra de integrantes de la Iglesia Católica; así como detenciones arbitrarias y criminalización, perpetrados por la Policía Nacional y grupos afines al régimen.

Otra reacción provocada por el discurso del sacerdote sandinista fue la del padre colombiano Sebas A., párroco de una parroquia de Medellín, quien en su cuenta de Facebook calificó las palabras del sacerdote jinotegano como “realmente indignantes”.

Sacerdote Sebas

“¡Una barbaridad completa! Y que no hay persecución religiosa en Nicaragua. ¡Ojo padrecito! La Iglesia no puede estar arrodillada a una dictadura”, continuó.

Por otro lado, la especialista en temas religiosos, Martha Patricia Molina, dijo en su cuenta de Facebook, que el sacerdote Rafael Ríos, debería de preguntarle a los más de 250 religiosos que han sido expulsados o han tenido que huir o que le pregunte a su superiora si tienen autorización de regresar. Que lamentable, pero en todo grupo existe un judas. El padre Ríos parece que no se da cuenta que hasta su obispo vive asediado y vigilado.

Las declaraciones del sacerdote jinotegano ocurrieron durante un acto celebrado por la Asamblea Nacional, controlada por el régimen, en la ciudad de Jinotega, y en homenaje al 145 aniversario del natalicio y 112 aniversario del fallecimiento de Benjamín Zeledón, mientras se encontraba rodeado de políticos afines a la dictadura.

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