En Nicaragua está siendo afectado el derecho a la “libertad de conciencia, de pensamiento y religión”, según el testimonio de un sacerdote católico nicaragüense que ha sido divulgado por el Colectivo de Derechos Humanos Nicaragua Nunca Más.
El sacerdote asegura que “es evidente que la persecución hacia la Iglesia Católica tiene una motivación política” en Nicaragua y esto se debe principalmente a que, desde 2018, la Iglesia y sus representantes han criticado abiertamente las violaciones a los derechos humanos cometidos por el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo.
De igual manera, destaca que la situación de la libertad religiosa en el país “se está agravando”, porque el “liderazgo histórico” de la Iglesia “ha provocado en el presidente Ortega miedo, y por eso trata de convencer al pueblo en sus discursos del intento del golpe de estado, los obispos y al mismo papa en duros términos y les ha acusado de liderar un golpe de estado encubierto”.
La persecución a los sacerdotes es causada porque estos “no simpatizan con su proyecto ideológico y por eso persigue a los sacerdotes, pastores y laicos que con su mensaje no están de acuerdo con los planteamientos”.
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El sacerdote exiliado también destacó sobre el aumento en la “vigilancia y detención de laicos”, así como el asedio a templos, expulsión de sacerdotes, clausura de medios de comunicación católicos y el arrebato de personerías jurídicas.
De igual manera, el asedio constante y control de los espacios privados como los templos y la prohibición de celebraciones, lo que, según él, evidencia “miedo al pueblo católico”.
Presentan “falsas verdades para alimentar el control ideológico”
Según el testimonio del sacerdote, la situación de “la libertad religiosa en Nicaragua ha empeorado visiblemente” y la perspectiva a futuro es “profundamente preocupante y negativa”.
“Diariamente se promueve a través de los discursos de la vocera y vicepresidenta, la cultura del miedo y del terror, creando pánico en la sociedad con relatos que presentan falsas justificaciones de las graves violaciones a los derechos humanos y el asedio y persecución religiosa”, señaló.
El sacerdote agregó que “la persecución religiosa es herir lo más sagrado de la persona, su conciencia”, pero destacó que “toda persona tiene derecho a la libertad de conciencia, de pensamiento y de profesar su religión”.
Según el último boletín del Colectivo Nicaragua Nunca Más, Persecución a Laicos, hasta el momento ha contabilizado la cancelación de las personerías jurídicas de al menos 419 organizaciones asociadas a la Iglesia Católica y grupos evangélicos y ha confiscado 22 medios de comunicación religiosos.
Este boletín también destaca la expulsión y el desplazamiento forzado de 222 personas religiosas, incluyendo a 91 monjas.
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