La violencia de género en línea contra mujeres con voz pública está aumentando en América Latina y el Caribe, advierte un nuevo informe de la Alianza Regional por la Libre Expresión e Información junto a la entidad de la Organización de Naciones Unidas para la Igualdad de Género y el Empoderamiento de la Mujer, también conocida como ONU Mujeres.
Según el estudio, titulado «Violencia de género en línea hacia mujeres con voz pública. Impacto en la libertad de expresión», el acoso digital tiene efectos reales y profundos en las vidas de periodistas, activistas y defensoras de derechos humanos, limitando su participación y poniendo en riesgo la libertad de expresión en la región.
El informe analiza la situación en 15 países: Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Cuba, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Paraguay, Uruguay y Venezuela. Fue basado en entrevistas en profundidad a mujeres periodistas, activistas y defensoras de derechos humanos que han sufrido ataques en línea debido a su género y actividad profesional.
Entre los hallazgos más significativos, el estudio revela que la violencia en línea trasciende la virtualidad, teniendo consecuencias tangibles y visibles en las vidas de las víctimas; además de que, las mujeres con voz pública — particularmente periodistas y defensoras de derechos humanos— son objeto de ataques sistemáticos en el entorno digital y esta violencia impacta directamente en el ejercicio de la libertad de expresión, silenciando voces críticas y, por ende, debilitando la calidad democrática de los países afectados.
Suscríbase a nuestro Canal de YouTube
Otros datos alarmantes sobre el impacto de esta violencia, mencionados en el informe, señalan que el 80% de las entrevistadas ha limitado su participación en redes sociales, omitiendo opiniones sobre ciertos temas; mientras que, el 40% ha optado por la autocensura, evitando escribir o hablar sobre temas de su competencia profesional; un tercio de las afectadas ha cambiado de puesto laboral como consecuencia de los ataques; la cuarta parte ha sufrido despido o no renovación de contrato, mientras que la mitad teme perder su trabajo; y un preocupante 80% teme por su integridad física o su vida debido a estas amenazas.
Violencia que va más allá de las redes
El estudio subraya que la violencia digital no se queda en la pantalla. A menudo, las amenazas se trasladan a la vida real. Las formas de acoso varían desde el hostigamiento y “trolleo” constante y la difusión de noticias falsas hasta la divulgación de información personal (conocida como «doxing») y amenazas directas de violencia física, incluyendo agresiones sexuales.
El informe señala que este tipo de violencia ha crecido exponencialmente en los últimos cinco años, coincidiendo con el surgimiento del llamado «feminismo de cuarta ola» y en un contexto de creciente cierre del espacio público en varios países de la región.
Las autoras del estudio, Ingrid Beck, Florencia Alcaraz y Paula Rodríguez, subrayan que la violencia en línea está siendo utilizada como una herramienta de silenciamiento, con efectos que van más allá de las víctimas directas. Por cada mujer silenciada, otras tantas se retiran del debate público o evitan participar por temor a ser hostigadas.
El informe concluye con un llamado a la acción, instando a gobiernos, plataformas de redes sociales, medios de comunicación y sociedad civil a desarrollar estrategias integrales que prevengan, desnaturalicen y contengan este tipo de violencia. Enfatiza, además, en la necesidad de abordar esta problemática de manera holística, reconociendo su impacto no solo en las afectadas, sino en la salud democrática de la región en su conjunto.
Facebook Comments