Los hijos e hijas de presos políticos en Nicaragua enfrentan una realidad desgarradora, según el informe «Lloran todas las noches: El impacto de la prisión política en los hijos e hijas de las personas presas políticas en Nicaragua», elaborado por la Unidad de Defensa Jurídica (UDJ).
El estudio denuncia que estos niños, niñas y adolescentes están expuestos a una “extrema vulnerabilidad” que afecta profundamente su bienestar emocional y psicológico; y detalla cómo la violencia y la separación familiar, derivadas de la detención de sus padres, han dejado cicatrices en la salud mental de esta niñez.
De los 37 niños y adolescentes incluidos en la investigación, casi la mitad han sido testigos de la detención violenta de sus padres. Algunos han visto cómo allanaban sus hogares sin orden judicial, mientras que otros han experimentado el dolor de no poder ingresar a su casa antes de un allanamiento.
Uno de los aspectos más impactantes del informe es el relato de niños que lloran todas las noches, abrumados por el trauma de la detención de su padre o madre y la separación de ellos. En las escuelas, muchos enfrentan el estigma y el acoso de sus compañeros, que los señalan como hijos de «delincuentes». Este ambiente hostil ha llevado a algunos de estos niños y adolescentes a desarrollar actitudes violentas y, en casos extremos, a pensamientos suicidas.
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La distancia geográfica agrava aún más su sufrimiento. Veintiún de estos niños viven en departamentos alejados del lugar de reclusión de sus padres, y algunos deben recorrer más de 110 kilómetros para visitarlos. Para cinco de estos niños, el reencuentro es imposible, ya que las autoridades les han negado cualquier contacto con sus progenitores.
La UDJ subraya que el impacto psicológico de la prisión política en estos niños es profundo y duradero. Se observa que el 67.57% de los niños y adolescentes en el estudio lloran constantemente debido a la situación, mientras que un 8.11% ha tenido pensamientos suicidas.
El informe concluye con una serie de recomendaciones al Estado de Nicaragua, que incluyen la liberación inmediata de las personas presas políticas y el cese de la violencia e intimidación contra sus hijos.
También solicita que se faciliten medios de comunicación entre los detenidos y sus hijos, y que se aseguren condiciones adecuadas durante las visitas.
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