En circunstancias todavía imprecisas, la Policía dejó en libertad, la mañana de este sábado 17 de agosto, al sacerdote Danny Roberto García Espinoza, párroco de la Parroquia San Juan Bautista en el municipio de Muy Muy, jurisdicción eclesiástica de la Diócesis de Matagalpa.
De acuerdo con la versión de algunos feligreses, el sacerdote García habría sido dejado por la Policía temprano en el municipio de San Ramón, donde él atiende además la Parroquia San Ramón Nonato, tras la detención y posterior destierro del párroco, monseñor Ulises René Vega Matamoros, quien además es el Vicario Judicial de la Diócesis de Matagalpa.
El padre Danny fue detenido en la noche del jueves 15 de agosto, luego que la Policía mantuvo rodeados los templos y casas curales de las parroquias San Juan Bautista en Muy Muy y San Ramón Nonato en San Ramón.
Este es uno de varios casos en la creciente ola de detenciones y desapariciones en Matagalpa. El sacerdote Denis Martínez, detenido el 11 de agosto, continúa en paradero desconocido. Tampoco se tiene información sobre el destino de Carmen María Sáenz Martínez y Lesbia Gutiérrez, detenidas el sábado 10 de agosto.
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Sáenz, abogada católica y experta en Derecho Canónico, ha apoyado a la Diócesis de Matagalpa en procesos de nulidad matrimonial. Lesbia Gutiérrez, por su parte, era coordinadora del Programa de Apoyo Financiero Urbano y Rural (Proafur), gestionado por Cáritas Diocesana de Matagalpa, organización que fue clausurada el 12 de agosto por el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo.
Mientras tanto, este viernes 16 de agosto fue reportada la detención de un sobrino y dos hermanos —una mujer y un varón— de Gutiérrez, quienes fueron liberados horas después.
Todos estos casos son parte de la presión sobre la Iglesia en Matagalpa, que ha visto cómo sacerdotes, laicos y colaboradores de proyectos eclesiales han sido objeto de vigilancia, interrogatorios y detenciones por parte del régimen.
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