A pesar de la continua persecución del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo contra la Iglesia católica y la prohibición de actividades masivas, la fe de los nicaragüenses sigue siendo inquebrantable.
Este domingo 21 de julio, miles de feligreses demostraron su fe y devoción al peregrinar hacia el Santuario Diocesano del Divino Niño, ubicado en el sector de Fuente Pura, al norte de la ciudad de Matagalpa.

La Iglesia solo organizó misas a lo largo del día en distintos horarios: 6:00 a.m., 8:00 a.m., 10:00 a.m., 12:00 m.d., 2:00 p.m. y 4:00 p.m. Además, anunció que se realizarían confesiones durante todo el día, recordando a los fieles que, con motivo del Año Santo Jubilar por el primer centenario de la Diócesis de Matagalpa, que será en diciembre próximo, podían ganar indulgencia plenaria.

Esta peregrinación es un eco de la última gran convocatoria oficial, que tuvo lugar el 17 de julio de 2022, cuando más de 50,000 peregrinos acudieron en masa.
En esa ocasión, monseñor Rolando José Álvarez Lagos, obispo de la Diócesis de Matagalpa y Administrador Apostólico de la Diócesis de Estelí, llamó a una «cruzada de oración y adoración«, instando a los fieles a rezar especialmente los viernes y en cada fecha dedicada a las distintas advocaciones marianas. Su objetivo era pedir a Dios por la Iglesia, los sacerdotes y Nicaragua.

Sin embargo, el 4 de agosto de ese mismo año, monseñor Álvarez fue forzado a un encierro en la Residencia Episcopal de Matagalpa junto a otros sacerdotes y laicos. Más tarde, fue encarcelado, sentenciado sin juicio a 26 años y 4 meses de prisión y finalmente desterrado.
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A pesar de la represión, la fe de los nicaragüenses sigue siendo un pilar fundamental en sus vidas. La peregrinación hacia el Santuario Diocesano del Divino Niño es una muestra de la resistencia espiritual y el profundo arraigo religioso que persiste en la población.
En medio de la adversidad, la devoción y la esperanza se mantienen firmes, reflejando una fe que no se detiene.
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