Luego de la crisis sociopolítica que sacudió a Nicaragua en 2018, miles de nicaragüenses perseguidos por el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo, migraron hacia Costa Rica. La Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) calcula ese número en unos 150,000.
En medio de la cruda realidad del exilio nacieron diversas organizaciones, entre ellas Volcánicas, con el fin de apoyar a las mujeres nicaragüenses.
“Volcánicas nace a raíz del exilio de la mayoría de las integrantes. Básicamente el exilio nos reúne a todas como nicaragüenses y nos enfrenta con las realidades propias de una vivencia migratoria; con múltiples retos, pero también nos une en espacios de política tradicional”, dijo a Mosaico CSI, Elizabeth Villareal, cofundadora de Volcánicas.
La organización es definida por sus integrantes como una colectiva feminista de mujeres migrantes, exiliadas y diversas que promueve y defiende los derechos y libertades de las mujeres nicaragüenses migrantes y exiliadas a través de la incidencia política, el trabajo en red, la comunicación digital y los espacios de acompañamiento.
“Comenzamos a juntarnos para acompañarnos, para ir hablando sobre las cosas que dentro de los espacios políticos no eran importantes, como el tema de la violencia contra la mujer”, añade Villareal.
Apunta, además, que entre los objetivos de Volcánicas está el posicionar, acompañar y reivindicar las historias de vida de las mujeres nicaragüenses exiliadas, contribuyendo de esta manera a la memoria histórica desde el punto de vista de las mujeres.
La organización ha trabajado diferentes proyectos, incluyendo producciones audiovisuales y campañas que pretenden “dar a conocer y reconocer” las historias de las mujeres dentro del contexto del aporte histórico de las migraciones nicaragüenses en Costa Rica.
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“Desde 2018 hasta la actualidad, hemos venido construyendo, sosteniendo y fortaleciendo diversos tipos de alianzas. No solamente con otras colectivas y colectivos, sino también con movimientos, con organizaciones de la sociedad civil y fundaciones”, relató a Mosaico CSI la también cofundadora de Volcánicas, Ximena Castilblanco.
Igual que Villarreal, Castilblanco decidió exiliarse en Costa Rica debido a la persecución que sufrieron las activistas feministas en Nicaragua.
“Creemos que es vital apostar y seguir repensando de qué manera podemos hacer redes y hacer alianzas, para articular ciertas acciones de incidencia política de mujeres y organizaciones feministas”, agregó Castilblanco.
Sin embargo, hacer activismo desde el exilio no ha sido fácil, como explica Villarreal, “tener un equilibrio o balance entre los trabajos remunerados y el tiempo que le damos a la colectiva ha sido un desafío”.
Villarreal añade que los retos personales impactan a todas las integrantes de Volcánicas, pues deben enfrentar contextos institucionales e historias de vida que requieren tiempo. Desde proyectos truncados, el reconocimiento de otra realidad, el acceso a la documentación que para Villarreal es un proceso “sumamente violento, lento, con difícil acceso a la información y a veces costoso”.
A pesar de las adversidades hay una serie de logros que las integrantes de Volcánicas mencionan con orgullo como la producción de dos temporadas de un podcast feminista llamado Furia Volcánica, elaborado en colaboración con Managua Furiosa.
Esta serie de podcast fue realizada entre 2020 y 2021 y resultó ganadora en la categoría podcast, del premio a las libertades públicas organizado por la extinta Fundación Violeta Barrios de Chamorro.
De igual manera, Volcánicas mantiene una campaña permanente llamada “Migramos para Vivir” a la que se han sumado otras organizaciones de la sociedad civil nicaragüense que se encuentran en Costa Rica.
“Además somos una de las pocas colectivas feministas conformadas por mujeres migrantes que continúan hablando sobre este tema”, expresó Castilblanco quien además añadió que las mujeres nicaragüenses necesitan estar organizadas y articuladas.
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