Nicaragua y Costa Rica están siendo afectados por los mismos patrones de destrucción socioambiental, coincidieron los participantes del foro “Conflictos socioambientales en Costa Rica y Nicaragua y su reflejo en la agenda legislativa”, organizado por la Fundación del Río, el partido Frente Amplio y organismos indígenas costarricenses.
Políticas neoliberales extractivistas, capitalismo verde, la implementación de monocultivos y la ganadería extensiva, son patrones que se repiten en ambos países y afectan, principalmente, a las poblaciones originarias, señalaron los participantes.
Ganadería extensiva: destructor de bosques en Nicaragua
El director de la Fundación del Río, Amaru Ruíz, dijo que el principal factor de destrucción de los bosques y reservas naturales en Nicaragua es la ganadería extensiva que avanza hacia el Caribe.
Según datos de la Fundación del Río, en promedio, la deforestación en Nicaragua es de entre 150 mil y 170 mil hectáreas por año, lo que actualmente le deja al país un 24% de cobertura forestal.
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“Se necesita agua para producir pasto que alimente el ganado y en el Caribe se encuentran las mayores reservas de agua del país, porque el Pacífico y el Centro se ha quedado sin bosques”, explicó Ruíz.
El ambientalista además añadió que la producción ganadera en Nicaragua se basa en un modelo “obsoleto” que alimenta al ganado con “Ratana”, un tipo de pasto que necesita grandes hectáreas de suelo para crecer en abundancia, sumado a que la principal característica de este pasto “es su agresividad para colonizar otras pasturas”.
“Lógicamente necesitas grandes hectáreas de suelo para alimentar seis millones de cabezas de ganado”, agregó.
Indígenas costarricenses denuncian invasión de sus tierras
De igual manera, en Costa Rica, las pasturas se están extendiendo hacia las zonas protegidas donde habitan poblaciones originarias, como los indígenas del territorio China Kichá, quienes han denunciado la invasión de su territorio en reiteradas ocasiones, caso similar a las comunidades mayangna y miskitu de Nicaragua.
“La usurpación de nuestras tierras es la problemática más grande, en Costa Rica, de los pueblos indígenas. Entonces, que hemos hecho, hacer recuperaciones de hecho, y qué nos hemos encontrado: deforestación, ganadería, piña, cafetales y es un problema aún mayor porque nos dejan la tierra compactada por los pastos y los animales, lo que dificulta sembrar nuestros alimentos”, dijo a Mosaico CSI una representante del territorio indígena China Kichá del sur costarricense.
Al respecto, el defensor de derechos humanos, Gustavo Oreamuno, mencionó que “las políticas neoliberales extractivistas iniciaron en Costa Rica desde los años 80, debido al contexto de la globalización neoliberal que convierte en bienes y servicios a la naturaleza”.
Y, además de la ganadería extensiva, la producción nacional, basada en monocultivos ha afectado la vida de los pueblos originarios, si no también, la producción de frutas, legumbres y hortalizas para el consumo nacional.
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