Denuncian secuestro del vicario general de la Diócesis de Matagalpa

Monseñor Óscar Escoto Salgado estuvo cautivo 15 días con el obispo Rolando José Álvarez Lagos y luego quedó a cargo de la Diócesis cuyo clero ha sido diezmado

Mosaico CSI
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Monseñor Óscar Escoto Salgado, Vicario general de Matagalpa. Captura de video

Monseñor Óscar Escoto Salgado, Vicario general de la Diócesis de Matagalpa y párroco de la Parroquia Santa María de Guadalupe en Matagalpa, habría sido secuestrado por policías y civiles armados en la noche de este jueves 21 de diciembre.

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El secuestro de monseñor Escoto sucede dos días después del secuestro del obispo de la Diócesis de Siuna, monseñor Isidoro del Carmen Mora Ortega y los seminaristas Alester Sáenz Centeno y Tony Palacios.

Monseñor Escoto, quien es además el director general del Colegio Diocesano San Luis Gonzaga, estuvo 15 días cautivo —entre el 4 y el 19 de agosto de 2022— con monseñor Rolando José Álvarez Lagos y otros sacerdotes y laicos, en la Residencia Episcopal de Matagalpa. Fue el único del grupo que quedó en libertad.

En un comunicado que emitió el 19 de agosto de 2022, la Policía dijo que en la Residencia Episcopal de Matagalpa permanecía, “en carácter de Autoridad Eclesial y sin ninguna restricción policial o de movilidad”, el vicario general de la Diócesis de Matagalpa, monseñor Escoto Salgado.

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En tanto, monseñor Álvarez fue forzado a un encierro en su casa en Managua, mientras que 3 sacerdotes, 1 diácono, 2 seminaristas y un reportero gráfico fueron llevados a El Chipote. Todos, menos el obispo, fueron procesados; en enero de 2023 fueron sentenciados y el 9 de febrero el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo los desterró a Estados Unidos. El obispo fue traslado ese día a La Modelo y un día después fue condenado, sin juicio, a 26 años y 4 meses de cárcel.

Monseñor Escoto quedó a cargo de algunos servicios propios del episcopado que le permitía el cargo de Vicario general, incluyendo la administración del Sacramento de la Confirmación en las 28 parroquias de la Diócesis, cuyo clero ha sido diezmado por el exilio forzado, el destierro y la cárcel.

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Con el secuestro de monseñor Mora, el 20 de diciembre, la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN) queda con solo seis obispos en funciones en las nueve Diócesis de la Provincia Eclesiástica de Nicaragua, y dos de estos deben renunciar pronto por razones de edad.

El presidente de la CEN y obispo de la Diócesis de Jinotega, monseñor Carlos Enrique Herrera Gutiérrez, celebró su cumpleaños 75 este jueves 21 de diciembre. Quedan menos de tres meses para que el cardenal Leopoldo José Brenes Solórzano, arzobispo de Managua y exobispo de Matagalpa, presente su renuncia al cumplir 75 años.

Monseñor Sócrates René Sándigo Jirón, obispo de León, tiene 58 años; monseñor Jorge Solórzano Pérez, obispo de Granada, tiene 62; Monseñor Francisco José Tigerino Dávila, obispo de Bluefields, tiene 60 años; y monseñor Marcial Humberto Guzmán Saballos, obispo de Juigalpa, tiene 58.

En tanto, los obispos Álvarez y Mora tienen 57 y 53 años, respectivamente.

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