El obispo de Siuna, monseñor Isidoro del Carmen Mora Ortega, habría sido secuestrado este miércoles 20 de diciembre por la Policía del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo, mientras el jerarca católico iba a una misión pastoral en La Cruz de Río Grande, jurisdicción política de la Región Autónoma de la Costa Caribe Sur, pero eclesiásticamente atendida desde el episcopado de Siuna en el Caribe Norte.
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Monseñor Mora iba a la Parroquia Santa Cruz del municipio La Cruz de Río Grande, donde administraría el sacramento de la Confirmación a 230 feligreses, pero se lo llevaron en una camioneta de la Policía, confió una fuente a Mosaico CSI.
Otra fuente cercana al caso apuntó escuetamente: «no estoy dispuesto ahorita para dar noticia… y bueno, lo que dice la noticia, eso es…».
Mientras tanto, la abogada Martha Patricia Molina, autora del estudio “Nicaragua ¿Una iglesia perseguida?”, señaló que además de monseñor Mora habrían sido decuestrados los seminaristas Aléster Sáenz y Tony Palacios.
Daniel Ortega y Rosario Murillo estuvieron este miércoles en un acto de Promoción de cadetes de la Policía y de ascenso en grado a 19 nuevos comisionados generales de esa institución, pero ninguno se refiero al caso del obispo Mora, que sería el segundo obispo encarcelado.
La detención del obispo Mora sucede un día después de manifestar que la Conferencia Episcopal de Nicaragua —cuestionada por su silencio ante los ataques del régimen Ortega Murillo a la Iglesia—permanece unida en oración, tanto por la Diócesis de Matagalpa como por su obispo, monseñor Rolando José Álvarez Lagos, quien lleva más de 500 días en cautiverio.
Mosaico CSI intentó comunicarse telefónicamente con fray Carlos Enrique Herrera, obispo de la Diócesis de Jinotega y presidente de la CEN, pero no respondió a las llamadas.
Monseñor Mora, quien es originario de la comunidad El Cacao, en el municipio de Darío, Matagalpa, presidió la misa por el 99 aniversario de la Diócesis de Matagalpa concelebrada por lo que queda del clero diocesano, diezmado por el destierro y el exilio forzado, en la catedral San Pedro Apóstol de la también llamada Perla del Septentrión.
Además, el obispo de Siuna, destacó que la Diócesis de Matagalpa, a la que califica como “una cantera de la fe”, necesita “ese empuje del laico que asume con amor, con alegría, la misión”.
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Antes de ser nombrado obispo de Siuna, el 8 de abril de 2021, monseñor Mora Ortega era párroco de la Parroquia San Ramón Nonato en el municipio de San Ramón y tenía el cargo de Vicario General de la Diócesis de Matagalpa.
Monseñor Mora Ortega es el segundo obispo de Siuna, diócesis creada el 30 de noviembre de 2017, la cual comprende a 17 parroquias. Sucedió en el cargo a monseñor David Albin Zywiec Sidor, quien ejerció el episcopado en Siuna entre 2017 y 2020.
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Monseñor Álvarez cumplió este miércoles 503 días de cautiverio, desde el 4 de agosto de 2022, cuando fue forzado a un encierro —inicialmente con 12 personas más— en la Residencia Episcopal de Matagalpa. El 19 de agosto fue llevado a su casa en Managua, donde estuvo encerrado e incomunicado hasta el 9 de febrero de este año, cuando fue encarcelado a La Modelo.
Ese día, el régimen desterró a 222 presos políticos, a los que mandó a Estados Unidos, y Daniel Ortega aseguró que monseñor Álvarez se habría negado a subir al avión. El 10 de febrero, el obispo de Matagalpa fue sentenciado, sin juicio, a 26 años y 4 meses de cárcel.
En 2023 el régimen ha recrudecido sus ataques a la Iglesia. La abogada Martha Patricia Molina, autora del estudio “Nicaragua ¿Una iglesia perseguida?”, ha documentado más de 600 ataques a la Iglesia, desde 2018.
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